La Junta Directiva del Banco de la República decidió dejar en 9,25 % las tasas de interés, con foco en los nuevos datos que se vienen dando para el comportamiento de la inflación en Colombia.
De acuerdo con los codirectores, si bien el aumento en el nivel de los precios volvió a enfriarse, llama la atención que otros fenómenos condicionan la baja de la tasa de política monetaria.
Indicó la Junta Directiva que se siguen sopesando las expectativas de los analistas del mercado sobre lo que pueda llegar a pasar con el sendero a la baja de la inflación en Colombia.
De acuerdo con el emisor, entre abril y mayo la inflación anual mostró un descenso marginal al pasar de 5,2 % a 5,1 %, según datos entregados por el DANE.
“La inflación básica sin alimentos ni regulados se redujo de 4,9 % a 4,8 %. La rigidez en canastas importantes como las de alimentos y servicios, y cierto repunte en la de bienes, explican este comportamiento”, dice el comunicado del emisor.
Lo que se espera para la inflación en Colombia
Según la Junta, las medidas de expectativas de inflación procedentes de las encuestas se mantuvieron en niveles superiores a la meta.
A ojos del Banco de la República, estos reflejan la percepción de que la convergencia de la inflación en Colombia a la meta del 3 % sería más lenta que lo anteriormente previsto.
De acuerdo con las más recientes encuestas de los analistas, se espera que el IPC del país esté cercano al 4,5 % a cierre de este año.
Clave será determinar lo que ocurra con el comportamiento de los precios de los alimentos, así como algunos servicios clave, como los son los públicos. El precio de los energético también se revisa con lupa.
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Finalmente, sobre el futuro de las tasas de interés, y más allá de la inflación en Colombia, el Banco de la República apunta a que el aumento en el déficit fiscal previsto para 2025 y los años venideros “constituye un reto para la sostenibilidad de las finanzas públicas y reduce el margen de maniobra para el relajamiento de la política monetaria”.