Avianca anticipó parte de sus resultados financieros correspondientes al primer trimestre de 2020, periodo en el que consolidó ingresos por US$943 millones, lo que representa una baja de 18% respecto al mismo corte de 2019 cuando cerró el trimestre con US$1.150 millones, como resultado del efecto Covid-19 que ha golpeado al sector aeronáutico global.
En tanto, su deuda total asciende a US$5.356 millones, según los datos reportados a la Superintendencia Financiera de Colombia.
A su vez, informó que el número de pasajeros transportados de manera consolidada llegó a 5,9 millones en el trimestre, lo que representó una baja de 22,7%.
Por su parte, la capacidad determinada en ASKs (sillas disponibles por kilómetro volado) disminuyó 18,7% frente al mismo periodo del año anterior; mientras que el tráfico de pasajeros medido en RPKs (pasajeros pagos por kilómetro volado) se redujo en 24% al caer de 11,4 millones de pasajeros a 8,6 millones.
No obstante, Avianca informó que las cifras completas deberán conocerse antes del 15 de junio, lo que determinará con más precisión el golpe para la aerolínea que se acogió recientemente al Capítulo 11 del Código de Bancarrota de Estados Unidos.
“El nivel de incertidumbre implícito en estos cálculos es lo suficientemente grande como para que dichas estimaciones no sean útiles a la fecha, y por lo tanto no se pueda cumplir con las cualidades de la información contable que exige la norma, la que establece que la información financiera debe representar fielmente los fenómenos que pretende representar, y debe ser completa, neutral y libre de error”, agregó Avianca.
También indicó que la aerolínea está evaluando las revelaciones apropiadas que permitan al usuario de la información financiera conocer los impactos, o probables impactos de los acontecimientos ocurridos en la última semana – hechos posteriores al cierre del primer trimestre – y que deban ser incorporadas en las notas a los estados financieros para apoyar la comprensión de estos.
“Como el caso de la liquidación de Avianca Perú, donde se debe evaluar la presentación de dicha operación como ‘operación discontinuada’, así como la valoración de sus activos y pasivos, y el efecto en las demás compañías del grupo por los saldos por cobrar y por pagar entre las compañías”, concluyó.
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