Los inversionistas globales redujeron su exposición a las acciones a un mínimo de nueve meses, luego de un mayo turbulento por los temores a una guerra comercial, la agitación política en Italia y un aumento en los rendimientos de los bonos estadounidenses.
La encuesta mensual de asignación de activos de Reuters a 52 gerentes de patrimonio y directores de inversiones de Europa, Estados Unidos, Gran Bretaña y Japón se realizó entre el 14 y el 31 de mayo.
En mayo, los inversionistas fueron zarandeados por varias caídas generalizadas debido a nuevas amenazas proteccionistas estadounidenses, comentarios del presidente Donald Trump sobre una posible cumbre con Corea del Norte y los temores a una crisis de la zona euro por las dificultades para formar un gobierno en Italia.
Las acciones globales parecen en camino de finalizar mayo con alzas, pero están un 7 por ciento por debajo de los máximos históricos de enero.
La exposición global a las acciones cayó un punto porcentual a 47,4 por ciento, la más baja desde agosto de 2017, mientras que el peso de los bonos aumentó 1,2 puntos porcentuales a 40 por ciento, el más alto desde octubre de 2017.
Si bien la mayoría de los participantes completaron la encuesta antes de que la crisis en Italia escalara, varios gerentes la identificaron como un posible problema.
Los gestores de activos redujeron su exposición a las acciones de los mercados emergentes a un 12,8 por ciento desde el 13,5 por ciento del mes pasado, pero elevaron sus inversiones en bonos emergentes a un 11 por ciento desde un 10,4 por ciento.
Los mercados emergentes tuvieron un mes complicado. El peso argentino y la lira turca soportaron presión porque los rendimientos del Tesoro estadounidense a 10 años treparon por encima del 3 por ciento a un máximo en siete años.
Los bancos centrales en ambos países tuvieron que subir las tasas para poner un piso a la caída libre de sus monedas.
Pero el 61 por ciento de los participantes que respondió a una pregunta específica sobre los mercados emergentes dijo que no habían reducido su exposición a la luz de las recientes dificultades.
“La oscilación de los activos de mercados emergentes no es motivo de alarma”, dijo Jan Bopp, estratega de inversión en J. Safra Sarasin, pero agregó que los inversores deberían ser más selectivos ante la vulnerabilidad de aquellos países con grandes necesidades de financiamiento externo.