México comenzará un proceso para modernizar las plantas hidroeléctricas de la generadora estatal, la Comisión Federal de Electricidad (CFE), así lo anunció el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Su administración proyecta implementar turbinas nuevas que permitiría generar más energía “sin afectar el medio ambiente y a precios bajos”, aseguró el mandatario este viernes, al compartir su nuevo paso en materia energética.
La CFE produce el 55 % de la energía limpia de México, no obstante, la generadora estatal no emite certificados de energía limpia.ç
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Ese proyecto sale a la luz en un contexto en el que México pasa por una serie de cambios en materia energética, debido a la reforma en al sistema que propuso el Gobierno y las discordias entre privados y el sector público que esta generó.
Para entender la apuesta de renovar las plantas hidroeléctricas hay que tener en cuenta que esa propuesta de reforma contempla priorizar el suministro de la generadora estatal por encima de la energía producida por las empresas privadas, sean nacionales o extranjeras.
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De tal forma, mejorar su infraestructura energética permitirá tener más energía, a precios más favorables para la compañía, teniendo en cuenta que su producción será la más relevante en el sistema.
Manuel Bartlett, director general de la CFE, ha criticado la anterior ley eléctrica, argumentando que esta dio privilegios a las empresas privadas.
Bartlett también cuestiona que haya empresas privadas que estén utilizando el suministro eléctrico de alguna de las 223 centrales de auto abasto, que cuentan con alrededor de 76 mil socios.
“Las empresas más importantes de este país se acomodan en este mecanismo y no pagan la red (pública). Aunque sea ilegal, esas grandes compañías se acomodan en centrales de auto abasto”, dijo el director de la CFE.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador también considera que deben desaparecer los subsidios de luz a grandes empresas porque estas “pagan tarifas más bajas que los consumidores”.
De esta forma, la propuesta de México de renovar las turbinas de las centrales hidroeléctricas estatales se marca en un contexto de tensiones entre el Gobierno y los privados.
Vale recordar que su reforma eléctrica busca la “soberanía energética”, considerando producir energía a partir de fuentes propias, disponibles en el país y que no dependen de importaciones, como el combustible.
No hay que olvidar que Moody’s señaló que la propuesta podría impactar los precios que pagan los consumidores. También se han reseñado sus implicaciones en los compromisos ambientales del país.
Una evidencia más de la necesidad de México de mejorar la infraestructura enérgica estatal, para abaratar costos y producir más energía en un contexto de cambios del sistema eléctrico.
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