Moody’s Investors Service cambió la perspectiva del sistema bancario brasileño a negativa, desde estable, ya que el shock sin precedentes causado por la pandemia de coronavirus afecta significativamente el entorno operativo de los bancos.
«La caída inesperada de la economía, la disminución de los ingresos familiares y el aumento del desempleo ejercerán presión sobre la calidad de los activos de los bancos y reducirán la capacidad de pago de los prestatarios, aumentando los impagos y los costos de crédito», analizó el vicepresidente senior de la firma, Ceres Lisboa.
«A medida que la economía se contrae en respuesta a las medidas gubernamentales para restringir la circulación y controlar el progreso del coronavirus, la demanda de crédito y la rotación general disminuyen, lo que afecta los ingresos de los bancos. El declive económico también indica que es más probable que las bajas tasas de interés persistan por un período prolongado «, agregó.
Las amplias políticas y medidas de apoyo del gobierno ayudarán a mantener una liquidez adecuada para los bancos, mientras que los sólidos niveles de capital y las reservas para pérdidas crediticias proporcionan un colchón contra las pérdidas, expuso la calificadora.
Para Moody’s, la dinámica de financiación debería seguir basándose en gran medida en los depósitos bancarios, ya que la aversión al riesgo está creciendo entre los inversores. Al mismo tiempo, las necesidades de capital en el sistema en su conjunto disminuirán y, en general, seguirán siendo adecuadas para absorber las pérdidas crecientes.
La firma consideró que la probabilidad de apoyo gubernamental para bancos sistémicamente importantes es alta.
“Las medidas recientes relacionadas con el brote de coronavirus se produjeron en un momento oportuno y fueron equilibradas, lo que refleja la voluntad de las autoridades de proteger la estabilidad financiera”, resaltó la calificadora.
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