Moody’s rebajó las calificaciones y las evaluaciones crediticias base (BCA) de Bogotá y Medellín a Baa2 desde Baa3 y a Baa2 desde Baa3, respectivamente. Al mismo tiempo, cambió la perspectiva de negativa a estable para ambas.
La calificadora dijo que la degradación se debió a la calificación soberana del Gobierno de Colombia, que rebajó la calificación de Baa2 a Baa3 y cambió la perspectiva de negativa a estable.
La calificación de Bogotá
La calificación de emisor a largo plazo, la calificación de deuda sénior no garantizada y la evaluación crediticia básica (BCA) de Bogotá fueron rebajadas de Baa2 a Baa3 y de baa2 a baa3, respectivamente. La perspectiva cambió de negativa a estable.
La evaluación crediticia baa3 considera la fortaleza económica de Bogotá, que se beneficia de una economía local diversificada y de elevados ingresos propios, que representan aproximadamente el 65 % del total de ingresos del distrito.
Sin embargo, la calificadora sostuvo que su calificación está limitada por “déficits recurrentes de financiamiento de caja, que conducen a altos niveles de endeudamiento. Bogotá también planea importantes inversiones en proyectos de movilidad, lo que se espera genere mayores déficits de caja, cubiertos con más deuda y recursos de liquidez disponibles”.
En cuanto a la perspectiva de la capital, señalan que esta refleja el mismo cambio en la calificación soberana de Colombia, dados los fuertes vínculos entre el Gobierno Nacional y el Distrito Capital: «A pesar de los déficits de caja, Bogotá mantendrá una posición de liquidez adecuada y niveles de deuda compatibles con su calificación actual».
Moody’s estima que la deuda neta directa e indirecta alcanzará el 83 % de los ingresos totales en 2026, frente al 66,7 % proyectado para 2024.
No obstante, los niveles de liquidez se mantendrán sólidos, con una relación entre caja y equivalentes frente a ingresos totales cercana al 21 % en 2026.
Moody’s también reconoce el historial de la ciudad en la gestión efectiva de sus necesidades de liquidez, mediante el acceso a los mercados locales e internacionales, y a líneas de crédito dentro de los límites autorizados por el Concejo de Bogotá.
“La calificación Baa3 de emisor de Bogotá refleja la combinación de su perfil crediticio independiente (BCA baa3) y la fuerte probabilidad asumida de que el Gobierno nacional le brinde apoyo extraordinario en caso de enfrentar una crisis de liquidez aguda”, añade.
Medellín
Las calificaciones de emisor a largo plazo y la BCA de Medellín fueron rebajadas de Baa2 a Baa3 y de baa2 a baa3, respectivamente. La perspectiva también pasó de negativa a estable.
“La evaluación de crédito baa3 refleja la fortaleza económica de Medellín, apoyada en una economía local diversificada y en ingresos propios elevados, que representan aproximadamente el 40 % de sus ingresos totales. El perfil crediticio de la ciudad también considera su buena gobernanza, prácticas de gestión sólidas y pasivos pensionales no financiados bajo control”, apunta Moody’s.
Y señala que sese a sus ambiciosos planes de inversión, los niveles de deuda se mantendrán moderados y la liquidez será adecuada, con una deuda neta directa e indirecta cercana al 60 % de los ingresos totales y una proporción de caja y equivalentes superior al 12,5 % de los ingresos totales en el periodo 2025-2026.
La calificación Baa3 de emisor de Medellín refleja la combinación de su perfil crediticio individual (BCA baa3) y la alta probabilidad asumida de apoyo extraordinario por parte del Gobierno nacional en caso de tensiones de liquidez.
Se espera que, aunque registre déficits de caja, la ciudad mantenga una liquidez razonable y niveles de deuda moderados.
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