La lenta recuperación en materia de recaudación de impuestos de los estados de México está presionando los ingresos del país, tanto en el ámbito nacional como estatal.
Particularmente, el sistema federal de ese país permite que, además de los lineamientos del Gobierno en recaudación, cada localidad pueda disponer de su legislación interna para ajustar las tasas cobradas a sus habitantes.
Un informe de Moody’s Investors Service apuntó que los ingresos por impuestos cayeron 0,4 % en el marco de la pandemia, decrecimientos que se hicieron más evidentes en los lugares cuya actividad económica depende del turismo.
Las arcas públicas se han recuperado lentamente y se prevé que las entradas operativas se mantengan bajas entre 2021 y 2022, hay una recuperación desigual entre estados, debido a las divergentes tasas de desempleo de estos.
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“La recuperación en la recaudación de impuestos de los estados dependerá únicamente de su reactivación económica y de las tendencias laborales. Los estados que se recuperarán más rápidamente son aquellos con una economía más diversificada, una mayor proporción de exportaciones a Estados Unidos y una mayor razón de impuestos a ingresos operativos”, escribió la calificadora.
La recuperación más lenta se prevé para Guerrero, Puebla, Tabasco, Hidalgo, Nayarit, Veracruz, Chiapas Tlaxcala y Oaxaca. En contraste, Guanajuato, Chiapas y Sinaloa reportan una importante recuperación (ver gráfico).
El Producto Interno Bruto (PIB) de México se contrajo 8,2 % en 2020. Se prevé que entre 2021 y 2022 se dé un incremento del 4 % en los ingresos operativos de los estados, pero a pesar de ese escenario estos seguirían registrando presiones en sus ingresos porque no se contemplan incrementos en las transferencias federales.
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