El ejecutivo permaneció postrado en una cama los últimos seis años, después de haber sufrido un infarto.
Kun-hee era el hombre más rico de Corea del Sur, al punto que en una época llegó a ser considerado el más importante de su país, incluso por encima del presidente de turno.
El empresario convirtió a Samsung en una potencia mundial de teléfonos inteligentes, semiconductores y televisores, después de un cambio de dirección en la compañía, que había fundado su padre en la época de la ocupación japonesa y que ahora será heredada por su hijo, el vicepresidente de Samsung, Jay Y Lee.
La compañía dio a conocer la noticia a través de un comunicado. El directivo falleció acompañado de su familia y de su hijo mayor, el ahora presidente del conglomerado que incluye negocios en seguros, embarcaciones, teléfonos, televisores y que inició como una empresa pescadora. La historia de Samsung se remonta a 1938, cuando el padre de Lee inició una compañía de comercio de alimentos a la que llamó ‘3 estrellas’, que en coreano se dice Samsung, la cual en muy poco tiempo pasó a hacer negocios con casi cualquier tipo de mercancías.
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En 1942, cuando Japón era el invasor de tierras coreanas, nació Lee, en el condado de Gyeongsang del sur (sureste del país) donde su familia era dueña de grandes extensiones de tierra.
Tras cursar estudios en Japón (al igual que su padre), y Estados Unidos, Lee comenzó a trabajar en la empresa junto a su padre, justo en la época en que el consorcio empezó a fabricar electrónica de consumo.
Dos décadas después, en 1987, asumió la presidencia del grupo tras la muerte de su progenitor y luego de imponerse en una lucha interna familiar por el poder con sus dos hermanos mayores.
La muerte de Lee, con un patrimonio neto de US$ 20.900 millones, según Forbes, va a provocar el interés de los inversores en una posible reestructuración del grupo que implica sus participaciones en empresas clave de Samsung como Samsung Life Insurance y Samsung Electronics.
Jay Y. Lee, su hijo, se ha visto envuelto en problemas legales relacionados con una fusión de dos filiales de Samsung que le ayudaron a tener un mayor control del buque insignia del grupo, Samsung Electronics.
El joven Lee cumplió condena en la cárcel por su papel en un escándalo de sobornos que desencadenó la impugnación de la entonces presidenta Park Geun-hye. El caso, que se está viendo en la apelación, está programado para reanudarse el lunes. Otro juicio por fraude contable y manipulación de precio de las acciones comenzó este mes.
(Con información de Reuters, Yahoo Finanzas y Expansión)