Por: Catalina Fajardo, socia de Bain & Company Colombia
Para nadie es un secreto que la diversidad es un tema de importancia creciente en la agenda de las compañías en Colombia y en todo el mundo. Por estas fechas, redes sociales y medios de comunicación son el escenario de gran variedad de campañas con las que las compañías hacen gala de sus iniciativas de inclusión y diversidad.
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Sin embargo, estas suelen ser percibidas más como la respuesta a una tendencia que como resultado de una estrategia definida para hacer de la inclusión una realidad en todos los niveles de la compañía.
Es por eso que hoy, más que nunca, se hace necesario que las empresas puedan construir una política de inclusión que vaya más allá de los lugares comunes como el cumplimiento de cuotas o las campañas de mercadeo, para construir en su lugar relaciones duraderas y significativas con otros negocios propiedad de o administrados por mujeres, afrodescendientes y otros grupos minoritarios.
De acuerdo con un reciente estudio de Bain & Company y Cuopa, construir una cadena de proveeduría diversa no solamente tiene efectos positivos en la sociedad, al promover el crecimiento de compañías de origen minoritario, sino que además permite mejorar el propio rendimiento empresarial, lo cual se ve expresado en una disminución de 0,7 puntos porcentuales en gastos de aprovisionamiento.
Esta tarea, aunque necesaria, no es fácil o rápida, lo que hace que muchas compañías experimenten dificultades a la hora de alcanzar y formular sus metas de inclusión, dificultades que van desde el prejuicio de que este cambio puede hacerles más ineficientes, hasta el hecho de que son escasos y no pueden cubrir todas las necesidades identificadas
En Colombia las compañías apenas están empezando a considerar la proveeduría inclusiva como una herramienta de verdadera transformación e inclusión social y económica de poblaciones históricamente marginadas. Para apoyarlas en este propósito, desde Bain hemos identificado 4 obstáculos a superar para avanzar en la construcción de un tejido empresarial diverso:
- El desarrollo de iniciativas de corto plazo – construir una cadena de proveeduría diversa debe ser parte de la estrategia comercial y de aprovisionamiento de la compañía. De lo contrario, todos los esfuerzos carecerán de foro, recursos y trazabilidad.
Aunque la inclusión de proveedores diversos en el abastecimiento de corto plazo es una buena forma de aproximarse a un grupo potencial de empresas, las iniciativas independientes no logran construir relaciones duraderas y significativas.
- Poco alineamiento institucional – aunque desde la directiva se decidan y establezcan objetivos de diversidad asociados a la cadena de proveeduría, son necesarios cambios también las decisiones del día a día críticas para su implementación.
Tal es el caso de prioridades de la compañía como las consideraciones logísticas en velocidad y control de calidad, que suelen tener prevalencia en la toma de decisiones.
Ante los posibles riesgos y retrasos de incorporar un nuevo proveedor, es muy fácil quedarse con uno actual, por lo que será necesario crear los incentivos necesarios que promuevan un cambio en la lógica con la que estas decisiones se toman.
- Dedicación de recursos – en línea con el punto anterior, es necesario considerar que, dada su naturaleza, una buena parte de los proveedores diversos suelen ser compañías pequeñas y, en consecuencia, requieren de estrategias de apoyo y soporte que promuevan su crecimiento.
La creación de programas de mitigación de riesgo, mentoría y transferencia de capacidades resulta vital a la hora de nutrir el ecosistema de compañías diversas. En este proceso grandes compañías juegan un rol central desarrollando programas in house para apoyar su consolidación y ayudarles a cumplir con las demandas y especificaciones que requiere el mercado.
- Visión amplia – la consolidación de una cadena de proveeduría diversa suele entenderse como un elemento más de una estrategia de responsabilidad social. Sin embargo, urge entender su construcción y consolidación como una potencial fuente de innovación, trabajo colaborativo, así como de acceso a nuevos mercados, clientes y servicios.
Al mismo tiempo, esta visión amplia debe permitir a las compañías ampliar su compromiso para trabajar, no solo con empresas de propiedad minoritaria, sino también promover y preferir a aquellas que destacan en hacer de la diversidad protagonista de sus procesos de capacitación, liderazgo y cultura organizacional.
Existen, sin duda, muchas formas de crear un impacto positivo en materia de inclusión. Sin embargo, suelen ser este tipo de cambios, más estructurales, los que permiten lograr avances significativos que más allá de nuestros negocios, transforman a la sociedad en su conjunto.