La estadounidense Nvidia alcanzó esta semana una capitalización bursátil superior a US$5 billones, un récord que la consolida como una de las empresas más valiosas del mundo.
El ascenso —impulsado por el auge de la inteligencia artificial (IA)— refleja el papel central que desempeña la compañía en la infraestructura tecnológica que sostiene a los modelos de IA generativa y a las plataformas que la desarrollan, como ChatGPT o Gemini.
Pero más allá del récord financiero, los movimientos estratégicos recientes de Nvidia revelan una jugada mucho más amplia: consolidar su dominio en el hardware global para inteligencia artificial y mantener la ventaja frente al avance de China en la carrera tecnológica.
En este sentido, el docente universitario Cristian José Castañeda explica: “Nvidia se ha posicionado como la empresa más importante para infraestructura de inteligencia artificial. Hoy, prácticamente todas las compañías que despliegan modelos de IA utilizan su arquitectura y sus equipos de computación para entrenar y ejecutar esos modelos”.
En otras palabras, cada vez que un modelo de IA aprende a generar texto, imágenes o código, es probable que lo haga sobre una GPU de Nvidia.
El docente agrega que “la compañía no solo fabrica hardware, sino que desarrolla la arquitectura que hace posible entrenar modelos de frontera. Su importancia radica en que, sin sus equipos, la mayoría de las empresas de IA no podrían operar a la escala que hoy conocemos”.
Esa demanda, junto con los acuerdos de suministro a gigantes tecnológicos y a gobiernos, explica por qué las acciones de Nvidia han subido más de 50 % en lo que va de 2025.
El propósito de Nvidia tras la inversión en Nokia
El nuevo paso estratégico de Nvidia ha sido su inversión de US$1.000 millones en Nokia, una alianza que busca acelerar la transición de las redes 5G a 6G. El objetivo: crear redes móviles inteligentes, rápidas y capaces de procesar aplicaciones de inteligencia artificial en tiempo real.
Castañeda explica que este movimiento “busca posicionar a Nvidia en otro frente clave de la carrera tecnológica: la infraestructura de telecomunicaciones que soportará la próxima generación de IA. Al invertir en una empresa occidental como Nokia, la compañía fortalece su ecosistema para competir con China, que ha apostado por Huawei en este mismo campo”.

La alianza se da en un momento de creciente tensión geopolítica y tecnológica. Mientras Taiwán Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) fabrica más del 90 % de los chips avanzados del mundo, China acelera sus inversiones en desarrollo de procesadores propios y en conectividad 6G con apoyo estatal.
“Nvidia entiende que la carrera por dominar la inteligencia artificial no se gana con una sola pieza”, agrega el profesor. “Para liderar este campo se necesitan tres factores: una gran capacidad de cómputo, una enorme cantidad de datos y un software capaz de integrarlo todo”.
En ese sentido, la apuesta por Nokia amplía la base de infraestructura sobre la que se asienta su ecosistema, reduciendo la dependencia de mercados donde las tensiones políticas, como las restricciones de exportación hacia China, podrían afectar su crecimiento.
Castañeda también destaca la visión estratégica de la compañía: “Lo que Nvidia está haciendo es garantizar que la inteligencia artificial no dependa exclusivamente de los centros de datos. Con las redes 6G, la IA se trasladará a los dispositivos, a los teléfonos móviles y a los autos inteligentes, donde la latencia y la velocidad de conexión serán decisivas”.
La carrera por el liderazgo global
Mientras China impulsa a Huawei y a empresas locales para reducir su dependencia del hardware occidental, Nvidia fortalece su presencia en Asia mediante acuerdos con el Gobierno surcoreano, Samsung Electronics, SK Group, Hyundai y Naver Cloud, que incluyen el despliegue de más de 260.000 microchips avanzados.
En palabras de Castañeda, “esta red de alianzas globales le permite a Nvidia no solo vender sus chips, sino también construir el ecosistema tecnológico de la próxima década”.
El académico advierte, sin embargo, que la competencia se intensificará: “China está invirtiendo miles de millones en investigación y desarrollo de arquitecturas de hardware para alcanzar a Occidente. Lo que busca Nvidia con estos movimientos es no perder esa ventaja y mantener su liderazgo en la infraestructura de cómputo mundial”.
Para los mercados, Nvidia representa la síntesis entre innovación, poder de inversión y posicionamiento estratégico. Con una capitalización que ya supera los US$5 billones, su desafío será sostener el crecimiento en un contexto de alta competencia tecnológica y tensiones geopolíticas.
Castañeda concluye: “La innovación seguirá siendo su mayor fortaleza. Nvidia está construyendo el ecosistema que sostendrá la próxima era de la inteligencia artificial. Y si mantiene este ritmo, es muy posible que volvamos a ver otro récord antes de que termine 2025”.




