La Organización de los Países Exportadores de Petróleo (Opep) y sus aliados (entre los que destaca Rusia) han decidido este jueves mantener el programa de incremento progresivo de la producción de crudo pactado hace meses. Para más información de petróleo haga clic aquí.
De acuerdo con El Economista, el acuerdo de este jueves, dos de diciembre de 2021, supone que en enero se volverán a producir 400.000 barriles más por día como se viene haciendo cada mes pese a la amenaza que representa la variante ómicron para la demanda global de combustibles.
No obstante, la Opep ha hecho hincapié en que se mantiene en «sesión abierta» y que esta decisión puede variar si los fundamentales de la economía cambian. La próxima reunión de los socios será el cuatro de enero.
Cabe recordar que, en la cumbre mantenida en julio, los 23 socios del cártel establecieron un incremento mensual de 400.000 barriles hasta eliminar el ajuste de 5,8 millones de barriles diarios implementado hace un año en respuesta a la crisis por la pandemia de coronavirus.
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El crudo ha vivido este jueves una jornada de fuerte volatilidad ante la incertidumbre que ha rodeado la reunión de la Opep+. El petróleo ha llegado a subir hasta 3 % y recuperar los US$71 para desplomarse a primera hora de la tarde más de 4 % y caer a los US$66. Según El Economista, una oscilación de cinco dólares de diferencia el barril en pocas horas.
Tras conocerse las conclusiones de la reunión, los futuros han moderado sus caídas hasta que estas se han transformado en nuevas subidas por encima de 1 %, situándose el Brent por encima de los US$69 y el WTI Texas por encima de los US$66. Esto podría ser un paso inusual que subraya el incierto panorama en medio de una pandemia que resurge.
Con la decisión de ceñirse a la hoja de ruta inicial, la Opep+ seguirá ganando terreno en un mercado que podría presentar un superávit de producción a principios de 2022. Este superávit (más oferta que demanda) es el que preocupa al cártel.
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Por ello, la Opep se guarda bajo la manga la posibilidad de ajustar su política casi en tiempo real, a medida que se tenga más información sobre la evolución de la nueva variante y su impacto en la demanda de crudo.
(Con información de El Economista)
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