En empresas que operan en modalidad presencial y virtual hay toda clase de empleados, pues con diferentes personalidades hay unos que destacan más que otros.
Esas personalidades de empleados pueden ser muy positivas por su amabilidad, nobleza, compañerismo, liderazgo y demás. Pero otras están caracterizadas por un negativismo con comentarios, actitudes y acciones que pueden dañar el ambiente y la productividad laboral por su toxicidad.
Como dice el dicho ‘entre chiste y chanza’ las personas tóxicas van sacando comentarios sobre su opinión acerca de los demás trabajadores, sus comportamientos, actitudes y situaciones particulares del día a día.
Esto puede ser exhaustivo para todos, incluyendo los altos cargos, y por ello sólo tienen dos opciones: ser controlados o cortarlos de raíz para que su empresa no se vuelva una pesadilla constante.
¿Cómo puede lograr controlar personalidades conflictivas?
Puede que el empleado no sea consciente de que sus comentarios y actitudes afectan al equipo laboral, por lo que no sabe su error y sigue practicándolo.
Sin embargo, si se maneja profesionalmente, puede mejorar para seguir siendo de su personal y demostrar sus habilidades laborales.
- Capacítelo en coaching y manejo de emociones
- Ofrezca libros y todo tipo de contenidos sobre prudencia y respeto por los demás
- Fomente la conciencia con controles frecuentes
- Detecte el fomento de malos comentarios o acciones
Destacado: ¿Cuáles son los principales desafíos para la gestión del talento humano en 2023?
Estos consejos sirven para las diversas personalidades tóxicas de empleados que se explicarán a continuación
Personalidades tóxicas para un ambiente laboral
De acuerdo con GetVoIp, hay una personalidad complicada y es la que hace hasta lo imposible por evitar sus responsabilidades, distraer a sus compañeros con chismes, canciones, videos y demás para procrastinar y no cumplir con las metas diarias.
Al no querer ser el más eficaz de la empresa, afectará el tiempo y resultados de compañeros, por lo que puede brindarle opciones como proporcionarle metas diarias claras, exigir medición de objetivos, hacer visitas espontaneas a su puesto de trabajo y, si mejora significativamente, reconocer sus esfuerzos.
De lo contrario la productividad se irá en caída, pues US$1.5 billones gana el juego Angry Birds gracias a personas a nivel mundial que lo juegan en horario laboral, US$28 billones recibe Facebook con usuarios navegando en su página y US$134 billones generan las actividades no autorizadas en internet.
La siguiente personalidad por controlar es ‘el mártir’, pues se obsesionan con hacer todo por su cuenta en un día asegurándose que los demás compañeros de trabajo sepan lo que sacrifican por obtener buenos resultados.
Ningún extremo es bueno personal ni laboralmente, por lo que al querer demostrarlo puede olvidar los límites de control y estar en riesgo constante de agotamiento.
Por ello se recomienda fomentarles la sana competencia y trabajo en equipo, aceptar que tomen días libres para sus actividades privadas como estar en familia o ir al gimnasio, usar medidas de gestión de estrés y no permitir que trabaje más del horario pactado.
Finalmente, se puede enfrentar a una personalidad que no tiene empatía y puede afectar sus ventas y experiencias con clientes. Estas personas se caracterizan por la intimidación, no respetar cargos ni protocolos, tener problemas recurrentes dentro y fuera del trabajo y acudir a la manipulación.
Las sugerencias para estos casos son no minimizar las quejas ni reportes de otros empleados, prestar atención a sus actitudes cuando no se siente vigilado, promover un ambiente seguro, hacer cumplir las políticas anti-acoso o bullying y documentar cuidadosamente sus comportamientos negativos.
En caso de no ver mejoría, puede proceder a sacarlo de su nómina e informarle los motivos.
