Durante la reunión de los ponentes del Presupuesto General de la Nación 2020 (PGN) y el Ministerio de Hacienda, se está discutiendo la posibilidad de redistribuir el presupuesto, mas no cambiar el monto.
El proyecto del PGN radicado en el Congreso posee un monto de $271,7 billones que representan un crecimiento del 9,16 % en relación con el presupuesto del 2019 que, con los congelamientos, es de $248,9 billones.
Dentro del presupuesto de 2020, el Gobierno Nacional estima ingresos por enajenaciones de activos de $8,5 billones. Los congresistas esperan que el Gobierno presente un plan en el cual especifique cómo se llevarían a cabo esas enajenaciones.
“En el presupuesto de 2020 hay un faltante de $8,5 billones que dependen de enajenación de activos. El Gobierno nos ha dicho que aprobemos el monto de $271,7 billones y después miramos el proceso de enajenaciones. Sería irresponsable aprobar el monto dependiendo de un hecho futuro e incierto”, dijo Richard Aguilar, senador de Cambio Radical.
De hecho, Aguilar dijo que se debería bajar el monto del presupuesto de $271 billones a $259 billones, que fue el mismo del 2019.
Por su parte, el representante a la Cámara por el Centro Democrático, Óscar Darío Pérez, dijo que si no se logran hacer las enajenaciones de $8,5 billones para el presupuesto de 2020 se deberán congelar recursos.
“Se estima que el presupuesto tiene un hueco no cubierto aún de $8 billones. No es que se vaya a aprobar un presupuesto desequilibrado para hacer otra reforma tributaria. Si no aparecen los recursos, pasa lo mismo que este año y se congelan”, dijo Pérez.
El senador del partido Conservador, David Barguil, dijo que el monto del presupuesto debe estar aprobado antes del 15 de septiembre.
“El consenso al que estamos llegando es dejar el monto como viene, que no tenga ningún aumento. El monto debería estar aprobado mañana y estamos mirando si hay sectores en los que se pueda redistribuir”, dijo Barguil.
Agregó que hay una propuesta para realizar aplazamientos de deuda y así garantizar recursos como los que son destinados a los subsidios de energía.
Al respecto, Pérez dijo que el manejo de la deuda siempre es una alternativa para poder conseguir recursos faltantes.
“El tema de la deuda pública siempre será un factor desequilibrante en el presupuesto. No más el servicio de la deuda es de $59 billones. No es descartable que, para cualquier faltante, no solo para los subsidios del sector eléctrico, se utilice el manejo de deuda”, dijo.
El Presupuesto General de la Nación tiene como fecha máxima para su aprobación el próximo 20 de octubre.
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