A medida que se acerca la presentación del Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) el próximo 13 de junio, analistas e inversionistas concentran su atención en los datos que no solo definirán el rumbo de las finanzas públicas del país sino también las predicciones frente al comportamiento del peso colombiano.
Según un análisis de Morgan Stanley, si el MFMP muestra un bajo compromiso con la disciplina fiscal, podría provocar una reacción negativa en los mercados, aumentando la volatilidad del tipo de cambio y debilitando la moneda.
De hecho, cree que el peso colombiano debería ajustarse a la baja hacia fin de año, partiendo de la base de que no habrá una recesión en Estados Unidos, pero sí riesgos fiscales locales.
Según el banco estadounidense, el documento que presentará el Ministerio de Hacienda será clave para actualizar las proyecciones de déficit fiscal, “con una visión más clara especialmente de los ingresos”, y generar credibilidad en el manejo de las cuentas públicas. Mientras el Gobierno reveló una estimación del 5,1 % del PIB en febrero, el economista de la firma le apunta a un 7,2 % por cuenta de ingresos más bajos.
Hasta el momento, la relativa estabilidad del peso colombiano se ha atribuido, en gran medida, a un diferencial de tasas significativamente altas frente al dólar. Sin embargo, los analistas de Morgan Stanley señalan que este escudo comienza a mostrar grietas, pues si el MFMP no convence a los mercados se abriría la puerta a una mayor volatilidad cambiaria.
“A más corto plazo, una mayor debilidad del USD podría respaldar a las monedas regionales, aunque no esperamos que esto las proteja completamente frente a la volatilidad asociada a eventos domésticos”, indica el documento.
Tasas de interés y comportamiento del peso
Otro factor clave sería la decisión de tasas de interés del Banco de la República a finales de este mes, la cual también estaría influenciada por el MFMP. Según el análisis de Morgan Stanley, recortes significativos en el gasto podrían llevar a un ajuste a la baja en la política monetaria, lo que reduciría el atractivo del peso.
Específicamente, la firma proyecta un recorte más agresivo de tasas en junio, incluso del orden de 50 puntos básicos, o al menos a una votación dividida dentro del banco central con sesgo más moderado. Pero incluso si el año termina con una tasa por encima del 8 %, el diferencial de política frente a Estados Unidos (460 pb) estaría muy por encima del promedio de los últimos 15 años (425 pb).
“La disyuntiva para BanRep no es menor: una reducción en la tasa de referencia, en medio de una baja credibilidad fiscal, podría acelerar la fuga de capitales y aumentar la presión sobre el tipo de cambio. Por el contrario, mantener las tasas elevadas como escudo frente al riesgo fiscal podría implicar un sacrificio en términos de crecimiento económico y deterioro del consumo”, detalla el informe.
El análisis estima que se necesitaría una compresión adicional de al menos 50 puntos básicos en el diferencial de tasas con EE. UU. para que el tipo de cambio comience a reflejar con mayor claridad los riesgos domésticos. Tal compresión acercaría el diferencial a su promedio de largo plazo (425 pb) y aumentaría la sensibilidad del COP frente a los eventos internos.
Cambios en la calificación soberana y sus consecuencias
Por otra parte, Colombia se juega una posible rebaja en la calificación crediticia por parte de S&P a finales de este año, pues la agencia ya ha dado señales de preocupación. Esto tendría una consecuencia inmediata para los títulos de deuda pública (TES), pues los sacaría del Bloomberg Global Aggregate Index, un índice de referencia seguido por inversionistas institucionales a nivel global.
“Esperamos que los flujos de venta forzada sean relativamente pequeños, alrededor de US$2.000 millones, algo por encima del total de flujos extranjeros netos hacia TES en lo que va del año (convertidos a dólares)”, advirtió el banco.
Finalmente, Morgan Stanley insistió en que el peso colombiano sigue siendo su moneda regional menos preferida, “dadas sus débiles bases”, por lo que recomienda tomar posiciones largas. Aun así, no hay grandes expectativas en el mercado cambiario de América Latina, por el contrario, se anticipa debilidad, aunque también se prevé un mejor desempeño en 2026.
—