El presidente de la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA), Peter Cerdá, destacó el crecimiento del mercado aéreo colombiano durante los últimos años, subrayando que el país se consolida como uno de los más dinámicos de la región.
Según el directivo, los colombianos realizan actualmente 0,95 viajes aéreos por persona al año, una cifra que está muy por encima del promedio regional de 0,65.
“Colombia ha sido un éxito a nivel aeronáutico en los últimos años. Más colombianos están viajando y la conectividad internacional ha crecido de manera impresionante”, dijo Cerdá en entrevista con Valora Analitik en el último día de la conferencia de la ALTA de este año en Lima.
El representante del gremio, que reúne a las principales aerolíneas de la región, resaltó que el país ha logrado avanzar pese a tener “un mercado muy complejo, con aeropuertos saturados y políticas públicas que no siempre favorecen a la industria”.
Aún así, añadió, las aerolíneas han incrementado su competencia, ampliado la oferta de vuelos y reducido tarifas, factores que han impulsado el crecimiento sostenido del tráfico de pasajeros.
Cerdá explicó que el crecimiento de los viajes per cápita coloca a Colombia al nivel de mercados más maduros como Panamá, Chile y República Dominicana, que históricamente han liderado la región en conectividad y desarrollo aeroportuario.
“Colombia está muy por encima del promedio regional. Ya puede ponerse al nivel de países con poblaciones más pequeñas, pero con grandes avances en su red aérea”, señaló.
En su opinión, el crecimiento del país no solo beneficia al turismo, sino que también potencia los negocios, el transporte de carga y la conexión entre regiones, consolidando a Colombia como un actor clave dentro del mapa aeronáutico latinoamericano.
Reformas tributarias e impuestos: el riesgo de frenar el impulso aéreo
En este contexto positivo, el representante de las aerolíneas en la región expuso que la infraestructura, los impuestos y las políticas regulatorias que avanzan en varios de los países hoy siguen limitando el desarrollo de nuevas rutas y operaciones más eficientes.
Frente a la reforma del presidente Gustavo Petro, con la que se busca avanzar en el Congreso, dijo que aumentar los gravámenes al carbono y la eliminación de exenciones a turistas extranjeros son un error.
“Imponer tasas, IVA e impuestos va a ser malo y va a perjudicar el interés de los pasajeros por venir al país. Lo que Colombia debería hacer es atraer más turistas, porque hoy está en el escaparate mundial como un destino de interés para americanos, europeos y asiáticos”, afirmó.
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A su juicio, los impuestos adicionales encarecen los tiquetes, reducen la competitividad frente a otros destinos de la región y ponen en riesgo los avances logrados en conectividad.
“El país ha tenido varios años positivos, de gran crecimiento, pero eso se puede poner en jaque si el gobierno decide imponer este tipo de leyes”, advirtió.
El directivo señaló que, si el Estado desea promover la sostenibilidad, los impuestos deben tener un destino claro y productivo, por ejemplo, invertir en infraestructura aeroportuaria o incentivar el desarrollo del combustible sostenible de aviación (SAF). “Si el impuesto se usa para generar un beneficio concreto para la industria, tiene sentido. Pero no necesariamente en América Latina tenemos esa correlación”, comentó.
De otro lado y a pesar de los desafíos fiscales y operativos, la ALTA ve un gran potencial de crecimiento en la conectividad internacional de Colombia. De hecho, Cerdá recordó que el país aún tiene oportunidades de abrir más rutas directas con Europa, y nuevas con Medio Oriente y África, regiones donde la presencia de vuelos directos es limitada o inexistente.
“Hoy todavía estamos pendientes de conexiones con Portugal o Italia. Incluso, podríamos pensar en un vuelo directo a África. Hoy la conectividad entre ese continente y América Latina pasa por São Paulo. ¿Por qué no pensar en abrir rutas desde Colombia?”, planteó el ejecutivo.
La congestión de aeropuertos
Otro de los puntos centrales abordados por Cerdá fue la saturación aeroportuaria en ciudades como Bogotá, Medellín y Cartagena.
El directivo señaló que “Colombia es uno de los países más congestionados de la región”, con terminales que operan por encima de su capacidad.
“Es un buen problema, porque hay mucha demanda, pero demuestra la mala planificación que hemos tenido para ampliar la infraestructura y asegurar que podamos crecer sin limitaciones”, explicó.
En el caso del aeropuerto El Dorado, Cerdá reconoció que el país cuenta con una infraestructura avanzada, pero que se requieren mejoras en tecnología y procesos de inmigración.
“Llegar a Cartagena, Medellín o Bogotá puede implicar estar una o dos horas en la fila de inmigración. Eso hay que mejorarlo con tecnología. Colombia ya tiene un sistema biométrico que funciona en la salida; deberíamos usarlo también en la entrada”, propuso.
Cerdá reconoció que el contexto económico y político de América Latina genera incertidumbre para la industria aérea. Factores como la volatilidad del tipo de cambio, la inestabilidad política y la inflación impactan la planificación de las aerolíneas y las decisiones de inversión.
Sin embargo, subrayó que la región —y particularmente Colombia— tiene un enorme potencial de crecimiento debido a que millones de personas aún no han viajado en avión.
“Vemos muchísimo potencial porque todavía hay muchas personas que nunca han volado o que lo hacen muy poco. Necesitamos leyes y políticas que sean favorables para seguir desarrollando el continente”, indicó.
Finalmente, el presidente de ALTA insistió en la necesidad de fortalecer la cooperación entre el gobierno y el sector privado para diseñar una agenda conjunta de crecimiento, que permita mantener el impulso logrado por la aviación colombiana en la última década.
“El país debe trabajar con una visión clara, alineada y transparente, junto con la industria, para atraer más clientes y abrir nuevos destinos”, concluyó.