Varios organismos multilaterales vienen haciendo fuertes advertencias sobre lo que puede ocurrir con la pobreza mundial a causa de la coyuntura inflacionaria y las altas tasas de desempleo.
En Colombia, la medición de la pobreza es sustancial para entender la focalización de recursos, subsidios y el fortalecimiento de planes alimenticios, del fomento del empleo y el fortalecimiento de la educación.
Suelen ser dos los focos de medición los que se usan para entender el impacto real de la pobreza en una sociedad en especial.
De un lado está la pobreza monetaria. Esta categoría se preocupa por aquellos hogares en los que los ingresos no alcanzan para solventar las necesidades básicas: en términos de alimentación y también en servicios como el agua potable, vivienda y educación.
La pobreza monetaria también da cuenta de qué tan profunda es la desigualdad, en términos de necesidades básicas, de los hogares más vulnerables.
Hacia esa medición de pobreza es a donde ha ido el grueso de las advertencias de los organismos multilaterales, toda vez que la pobreza monetaria pone de perspectiva cómo un hogar que no puede acceder a agua, huevos, proteína animal, granos, entre otros alimentos básicos, profundiza sus condiciones de riesgo de muerte.
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Un punto adicional, en el marco de esta pobreza también está la pobreza extrema, que, según el Banco Mundial, corresponde a los hogares que subsisten con poco menos de US$2 diarios.
Aunque para el caso de Colombia se tiene en cuenta una canasta básica alimentaria con un garantizado de requerimiento calórico de 2.100 calorías diarias.
Pobreza multidimensional
Ahora, es también común medir ese indicador a través de la pobreza multidimensional. Para este caso, si bien se tiene en cuenta la capacidad de un hogar de acceder a las necesidades básicas, también suman las variables como el acceso al tipo de educación y a atención en salud.
El Multidimensional Poverty Peer Network lo explica de la siguiente manera: “la pobreza multidimensional refleja tanto la incidencia de la pobreza multidimensional (la proporción de personas en una población que son pobres multidimensionales), y su intensidad (el número promedio de carencias que cada persona pobre experimenta al mismo tiempo)”.
Un punto a tener en cuenta es que este tipo de medición es también utilizada como mecanismo comparativo entre países para tener, en perspectiva, un panorama más completo sobre el comportamiento de la pobreza en una región determinada.
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Hay que recordar que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ha manifestado que será necesario que los gobiernos de la región sopesen la necesidad de seguir transfiriendo subsidios a los hogares más afectados.
Esto último al tiempo que el gasto fiscal deberá asumirse siempre teniendo de presente que la tarea principal será la de, al menos, contener el crecimiento de la pobreza.
