Acciones & Valores es la comisionista de bolsa más antigua de Colombia y una de las pocas firmas independientes que operan el mercado accionario local. Fundada hace 65 años, ha estado ligada a la familia Aparicio durante estas décadas. Muchas de ellas bajo el liderazgo de Rafael Aparicio, cargo al que llegó después de su padre, Álvaro.
Quien es conocido como “el decano de la bolsa”, dará un paso al costado en los próximos días para abrirle espacio a una tercera generación familiar, liderada por Luis Felipe Aparicio. En dialogó con Valora Analitik, “don Rafa” habló sobre los desafíos del mercado bursátil, los errores en camino, las oportunidades y el futuro de la negociación de acciones.
¿Qué factores pesaron en su decisión?
Ya son más de 50 años en esta actividad. Yo entré de 18 años y pensé que ya era hora de un cambio en la compañía, de ver las nuevas cosas también. Luis Felipe lleva más de 20 años con nosotros, no entró de jefe, ha hecho toda una carrera. Yo creo que vienen muchas innovaciones y la parte digital tiene que manejarla alguien a su medida.
Yo no es que no entienda, pero comenzar uno a evolucionar en ese tema es más difícil. Entonces creo que se cumplió una labor. Pasamos de tres personas cuando yo entré, a 800 empleados hoy en día. Esta es una firma independiente, la única grande que queda, más o menos.
No le conté a nadie. Cuando llegué a la última Junta expresé que mi ciclo había cumplido y que quería terminar el 31 de diciembre. Aunque voy a seguir viniendo esporádicamente.

¿Qué tanto ha cambiado el mercado en 50 años?
Ha cambiado todo. Cuando yo entré todo era físico. Uno llegaba y cantaba la operación. Había un señor en la rueda y uno le decía qué estaba demandando o qué estaba ofreciendo, y él lo hacía al micrófono. Eso lo ponían en los tableros y se actualizaban con tiza. Yo creo que hoy nadie sabe ni qué es la tiza.
Los clientes hablaban mucho con uno. Era una relación muy personal. Llamaban a la rueda y uno empezaba a decir qué había, cómo estaba el mercado, qué acciones. Mientras tanto uno demandaba por teléfono: compro tantas Bavaria o tantas Avianca.
Hoy en día la mayoría de los jóvenes, yo diría entre 35 y 45 años, se autogestiona. No tienen asesor, tienen un celular y la relación es muy fría. Sigue habiendo relaciones importantes con los tesoreros, pero hay que tener los dos mundos. Si no, se está muerto.
¿Se van a acabar las asesorías?
Ha habido experiencias de no entrar al mundo digital que van a costar, y de solo ser digitales también va a costar, porque no todo el mundo es igual. Un tipo de 60 años no mira un celular para hacer operaciones y necesita un asesor.

Hoy muchas veces uno dice “deme copia de la asesoría” y la respuesta es que se autogestionan. Pero hay algo importante: La gente no entró a especular. Usted mira y en acciones puede haber más de $100.000 millones en stock de gente que compró y nunca vendió. Este año nuestro fondo de acciones ha crecido 60 %, cosa que no habíamos visto en los últimos 10 años. La mayoría de esos inversionistas no son especuladores, es ahorro.
¿Quién tenía ese temor?
Las autoridades, por un lado. Y uno también. Porque usted mira la especulación que hay a veces en FX y en plataformas donde la gente mete plata sin tener idea, sin hacer análisis, y la gran mayoría termina sin un centavo. Cuando alguien pierde, la culpa nunca es de él, sino del mercado o de que lo asesoraron mal.
Yo siempre les digo a mis traders: cuando el cliente gana es inteligente, pero cuando pierde, tú la embarraste.
La tecnología ha permitido llegar a muchas partes. Tenemos un inversionista en Agua de Dios; antes eso era imposible. Vienen cambios como cuando en 1996 cerramos la bolsa física y todo se volvió electrónico. Todo el mundo estaba muy nervioso. Seguirán existiendo asesorías puntuales, por ejemplo, para armar portafolios, pero la mayoría se va a autogestionar.
¿Cuál ha sido un cambio importante en el mercado?
Si no hubiéramos pasado a la bolsa electrónica, el mercado nunca se hubiera desarrollado. Eso era imposible. Hoy uno ve gente totalmente clavada en computadores. ¿Qué se perdió? El colegaje.
Antes uno llegaba a la rueda y conocía a todo el mundo. Hoy son tipos detrás de una pantalla. Se conocerán entre unos pocos, pero el colegaje se acabó mucho. Hoy es muy distinto.

Hoy tenemos un mercado más compacto, ¿cómo lo lee usted?
Es muy triste. En 2003, cuando se fusionaron las bolsas (Bogotá, Medellín y Occidente), éramos casi 50 comisionistas. Hoy somos 16 y vamos a quedar 15. Muchas son de bancos y no hacen nada, no tienen actividad bursátil. Además, hemos perdido cerca de 60 emisores. Eso es lamentable.
No ha habido emisores nuevos y la mayoría de los que salieron lo hicieron con acciones preferenciales que no dieron plata. Creo que los emisores también tienen culpa por no haber tratado bien al inversionista pequeño.
Hay un impulso para invertir en bolsa, pero afuera..
Por ejemplo, es preocupante ver que las fintech consiguen plata por fuera. Nadie consigue plata en Colombia. Meterlas en bolsa parece irresponsable para algunos, pero afuera sí consiguen recursos.
Terminamos comprando empresas colombianas afuera. Son operaciones que se podrían hacer acá. El nivel de información y de responsabilidad del emisor afuera es muy superior. Cuando una acción se cae en Estados Unidos, normalmente eso le cuesta el puesto al CEO. Aquí no.
La plata está donde mejor le vaya. La discusión de traer las inversiones acá es una discusión del siglo 19, la plata está donde mejor le vaya, donde mejor se sienta. Si se trae todo lo de los fondos de pensiones es un problema porque acá no hay donde invertir, no hay renta variable para eso.

¿El punto de quiebre fue Interbolsa?
Interbolsa le hizo mucho daño al mercado. Malacostumbró a traders que ganaban sueldos absurdos fácil y haciendo pendejadas. Eso quebró a varios. La gente se asustó mucho. Ofrecían fondos al 9 % fijo en dólares, eso no lo daba nadie. Fue una embarrada para el mercado.
Por fortuna este año ha sido muy bueno para las personas naturales. Han hecho plata y eso los vuelve a atraer. Pero cuando hay un rally así hay que tener cuidado, porque los que ganaron fueron los que entraron antes, no los que llegan al final.
¿Para dónde ve que va el mercado?
Yo creo en la integración. Eso hace el mercado más profundo y permite que haya emisores de otros países. Hay miedo de que la plata se vaya, pero hoy eso ya pasa con aplicaciones de todo tipo.
Ojalá llegue inversión de Perú y Chile, pero tenemos la calificación más baja del bloque. Colombia tiene que preguntarse qué hacer para recuperarla y atraer inversión.
¿Acciones & Valores qué representa para el mercado?
Nosotros podemos dar una asesoría neutral. No tengo por qué aconsejar algo porque me interese. Puedo decir qué no o qué sí. Puedo ser neutral.




