El presidente Gustavo Petro entregó nuevos detalles de la reforma tributaria que radicará ante el Congreso y que se prevé sea presentada a finales de agosto.
Desde mayo, el jefe de Estado lanzó crÃticas sobre el elevado gasto público que enfrenta aún su administración y señaló que ha sido causado principalmente por dos factores: un sistema pensional insostenible y las altas tasas de interés del crédito público.
En ese orden de ideas, dijo que era necesario gravar directamente los ingresos personales de los grandes empresarios, incluyendo dividendos, herencias y remesas enviadas al exterior, en relación con los giros de utilidades que hacen las empresas a sus matrices en el exterior.
Adicionalmente, este martes, el primer mandatario continuó desarrollando su idea: «Busco reducir los impuestos a las empresas, excepto las extractoras de fósiles, para ayudar en la descarbonización de las empresas en general», escribió en su cuenta de X.
El foco del presidente será:
1. Aumentar el impuesto a los dividendos, es decir, a las ganancias que reciben los accionistas de una empresa.
2. Impuesto a las herencias, para que quienes reciben grandes patrimonios también contribuyan más.
3. Impuestos a fusiones económicas, que se refiere a operaciones entre grandes empresas que concentran poder o capital.
4. Gravámenes a la salida de capital del paÃs, como una forma de evitar que los más ricos saquen su dinero del paÃs.
Por otro lado, señaló que incluirá renta presuntiva sobre la «improductividad de la tierra en grandes propiedades y en los ahorros en paraÃsos fiscales», asà como aranceles a la importación de productos que generen CO2.
«Los nuevos recursos fiscales, si los aprueba el Congreso, ya no beneficiarán mi gobierno, pero le permitirán una senda clara de sostenibilidad de la deuda en beneficio de toda la economÃa», concluyó Petro.
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