A pesar de las inversiones tanto públicas como privadas de los últimos años, los sistemas sanitarios de América Latina y el Caribe (ALC) continúan débiles para hacerle frente a próximas pandemias o escenarios complejos.
Así lo resaltó este martes la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en la presentación de su informe ‘Panorama de la salud en América Latina y el Caribe 2023′, elaborado en conjunto con el Banco Mundial.
“El informe destaca que, a pesar del gasto realizado en respuesta a la pandemia en los últimos años, abordar los retos estructurales para la salud en ALC es una agenda inacabada y urgente”, señalan las conclusiones del reporte.
El documento agregó que “los sistemas sanitarios de la región deben prepararse mejor para hacer frente a las amenazas emergentes o arriesgarse a nuevos desenlaces trágicos”.
Algunas de estas amenazas emergentes pueden estar relacionadas con los efectos del cambio climático en la región.
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El reporte indicó que entre 2010 y 2019 los gastos en salud por persona en América Latina crecieron más que la expansión del PIB. En general, el gasto en salud sumó US$1.155 millones, aún por debajo de los países OCDE, de US$3.555.
El gobierno y los regímenes de salud obligatoria representan el 57 % del total de los gastos en salud en ALC en 2019, muy por debajo del 74 % en el resto de los países OCDE.
Mientras tanto, al contrario, el esquema de pago voluntario, alcanzó el 11 % de los gastos en salud en América Latina, mientras en el resto de los países del bloque de buenas prácticas fue del 6 %.
La tragedia del Covid-19 hubiera sido peor en América Latina
El informe de la OCDE señaló que si bien la región de América Latina y el Caribe fue una de las más golpeadas por la pandemia del covid-19, este impacto pudo haber sido peor.
“La tragedia habría sido aún mayor si no se hubieran adoptado medidas de salud pública a gran escala y si la población no se hubiera adherido firmemente a ellas”, enfatizó el reporte.
Es válido recordar que América Latina y el Caribe registró 2,3 millones de muertes en exceso, es decir, más allá de las esperadas y estimadas.
Los países con un bajo exceso de mortalidad en ALC fueron Argentina, Chile, Costa Rica, Cuba, Jamaica, Panamá, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela, con un 34% menos de exceso de muertes que la media de la OCDE.
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Estos países desplegaron campañas de vacunación e información pública con mayor rapidez y mantuvieron las medidas de contención de la salud pública en 2021.
La mortalidad fue especialmente elevada en Bolivia, Ecuador, Guyana, México, Perú y San Vicente y las Granadinas. Estos países sumaron el 48% del exceso de muertes en la región mientras que sólo cuentan con el 29% de su población.