El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, viajó a Berlín este miércoles 13 de agosto de 2025 para participar en una serie de videoconferencias clave, antes de la cumbre entre el presidente de EE. UU., Donald Trump, y el presidente ruso, Vladímir Putin, programada para este viernes en Alaska.
Esta estratégica cita virtual fue organizada por el canciller alemán, Friedrich Merz, en un intento por asegurar que la voz de Ucrania y de los aliados europeos no sea marginada en las negociaciones sobre el futuro del conflicto.
La jornada comenzó con una reunión bilateral entre Zelenski y Merz, seguida de una videollamada con líderes europeos —incluyendo representantes de Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Polonia, Finlandia, así como la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; el presidente del Consejo Europeo, António Costa; y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte— prevista para las 2:00 p.m., hora local.
Una hora después, Zelenski, junto a estos mandatarios, se conectó con Trump y el vicepresidente estadounidense, J.D. Vance, en una teleconferencia destinada a coordinar posiciones frente a la cumbre de Alaska.
Preocupación por el conflicto entre Ucrania y Rusia
La importancia de estas reuniones radica en la preocupación de Kiev y los gobiernos europeos por un posible pacto entre EE. UU. y Rusia que excluya a Ucrania y que implique cesiones territoriales. Zelenski ha rechazado rotundamente cualquier cesión de territorio ucraniano, y advirtió que inclinarse hacia propuestas rusas como “intercambios de tierras” no solo sería inaceptable, sino que podría prolongar el conflicto.
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A su vez, el portavoz del gobierno alemán afirmó que las conversaciones incluyeron discusiones sobre sanciones económicas a Rusia, garantías de seguridad para Ucrania y su eventual adhesión a la OTAN —un tema que Trump ha expresado públicamente bajo su escepticismo.
Europeos buscaron consolidar una postura común frente a Trump, enfatizando que no deben tomarse decisiones sobre el conflicto sin la participación activa de Kiev.
El temor europeo es que en Alaska se impongan condiciones desfavorables para Ucrania sin su consentimiento. Por eso, estos encuentros no solo buscan influir en Trump, sino buscar garantías de seguridad en Ucrania.