Camacol pide mantener subsidios a vivienda VIS para no afectar al empleo en Colombia

Camacol dio a conocer que, de no seguir impulsando los créditos a viviendas VIS en Colombia se pone en riesgo un 40 % del empleo directo del sector.

programas de impulso de vivienda 2018
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La Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) entregó un nuevo análisis sobre la necesidad de mantener apoyos y subsidios a las viviendas de interés social (VIS).  

Explicó el gremio que las expectativas se mantienen en que el segmento de construcción e infraestructura siga siendo pieza clave del rebote económico para cierre de 2021.  

De acuerdo con cifras de Camacol, los resultados del año pasado suponen un primer impulso para entender que, efectivamente, la reactivación parece tener buenas bases.  

Recordó el gremio que, en 2020, se tuvo el mejor año en venta de viviendas nuevas en Colombia llegando a las 132.854, después de las 123.403 que se reportaron en 2019.  

“La inversión que se hace en vivienda es una inversión segura, consolida el patrimonio y ayuda a la reactivación colombiana”, dijo Sandra Forero, presidenta de la Cámara Colombiana de la Construcción.  

Ahora, sobre lo que se espera pase en 2021, Camacol prevé varios retos para que el segmento siga creciendo.  

Camacol pidió preservar y seguir fortaleciendo el modelo de las viviendas sociales en Colombia. “La financiación de los programas de vivienda social debe ser prioridad. Los subsidios ofrecidos hasta 2022 (100.000) parecen quedarse cortos”, complementó Forero.  

Esto quiere decir que en 2021 se van a necesitar 63.700 subsidios para VIS, mientras que se van a demandar 65.800 para 2022 en el programa de Mi Casa Ya, proyecta Camacol.  

Asegura el gremio que, de no mantener los instrumentos que permitan la construcción y financiación de la compra de VIS, la oferta de estos proyectos pude reducirse hasta en un 80 %.  

Así mismo, la originación de créditos no tendría viabilidad financiera “y se pone en riesgo un 40 % del empleo directo del sector”, complementó Forero.  

Otro de los retos para 2022 tiene que ver con mejorar los tiempos de entrega. A cierre de 2020 se amplió el tiempo de entrega de inmuebles.  

Cifras de Camacol dan cuenta de que este tiempo pasó de cinco meses, en 2019, a 8,5 meses en 2020, con lo que se podría mejorar la eficiencia del segmento.  

El otro reto a atender es que hay cerca de 700 proyectos que reportan avance comercial superior al 70 % y aún no han iniciado construcción.  

Y habrá que tener también muy presente el aumento de los costos de construcción para la vivienda. La mano de obra, maquinaria y equipo mantienen comportamientos estables.  

Sin embargo, en materiales hay encarecimientos cercanos al 5 % “se necesita avanzar en capacidad instalada de la producción nacional de materiales”, añadió Forero.  

Finalmente, Camacol prevé ventas de 209.000 unidades de vivienda, que serían un 7,4 % más que en 2020. Mientras que el PIB de edificaciones rebotaría 8,6 %.  

La expectativa de Camacol es que en 2021 se creen 150.000 puestos de trabajo en el sector.  

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