Colombia federal, ¿qué tan posible es la propuesta de los gobernadores?

Colombia Federal (principal)
Varios gobernadores se reunieron el 8 de mayo para conmemorar los 160 años de la Constitución de 1863 de Colombia. Foto: Federación Nacional de Departamentos
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Con 10 puntos en un papel emulando un pergamino, firmado en la Casa de la Convención de Rionegro, los gobernadores de Colombia declararon, el pasado 8 de mayo, su deseo por una “verdadera autonomía territorial”. Su llamado fue a que haya una “Colombia federal y unida”.

Nada, ese día, fue al azar. La fecha coincidía con el aniversario 160 de la promulgación de la Constitución de Colombia de 1863. La firmaron, además, en la misma mesa donde, durante tres meses en el siglo XIX, se discutió esa carta magna que tuvo una vigencia de 23 años. Y pusieron sobre la mesa la que fue la principal característica de esa constitución.

Pero el país de 2023 es radicalmente distinto al de 1863. Y, aunque no es una discusión nueva, la propuesta de los gobernadores por mayor autonomía territorial genera una pregunta central: ¿qué tan viable es una Colombia federal?

Convención de Rionegro 2023 - Colombia Federal
Declaración de los gobernadores de Colombia el pasado 8 de mayo. Foto: Federación Nacional de Departamentos

Por qué los gobernadores piden Colombia federal

El encuentro de gobernadores fue organizado por la Federación Nacional de Departamentos (FND) y la Gobernación de Antioquia.

A su término, el gobernador Aníbal Gaviria dijo que ese encuentro, al que llamó la Convención de Rionegro 2023 -en un claro guiño histórico-, es “el ejercicio de reflexión más serio, profundo y ambicioso alrededor de la descentralización, la autonomía territorial y el federalismo desde la misma Constitución de 1991”.

Así, en esa declaración de los gobernadores, estos cuestionaron que, en la actual constitución de Colombia, conceptos como la autonomía territorial y la descentralización quedaran “vacíos de contenido”.

En esa línea, pidieron que haya un reconocimiento a las “capacidades de gestión administrativa y fiscal” de los departamentos. También, que “la política pública en lo local no sea condicionada ni impuesta desde el centro, sino diseñada e implementada en y desde los territorios”.

Además, y usando los argumentos de los defensores del federalismo en Colombia, que “es hora de volver a mirar los territorios como verdaderos motores de desarrollo, con todas sus potencialidades, y no como receptores de gracias y dádivas otorgadas por el centro”.

De ahí que insistieron en la necesidad de “una adecuada organización territorial descentralizada con autonomía”. Sin que esto signifique “revivir fantasmas del pasado, ni generar factores de división”.

Pero el fantasma está ahí. Sobre todo, porque no es la primera vez que se pone la discusión en la agenda política de Colombia.

Casa de la convención Colombia Federal
Casa de la Convención de Rionegro. Foto: Gobernación de Antioquia

Los riesgos del federalismo

“La época de la constitución de Rionegro fue un impulso muy grande en las regiones. Eso dio pie a que los gobernadores dijeran: el centralismo no va más”, explica Luisa Fernanda García López, directora de la especialización de Derecho Constitucional de la Universidad del Rosario.

Sin embargo, es cauta. Asegura que “desde el punto de vista teórico digo sí al federalismo. Pero desde el práctico, definitivamente no”.

La principal advertencia que hace es que, aunque el modelo federal podría tener beneficios para el país, se pregunta cómo “dejar en manos de un solo partido o una familia o un clan el poder de una región. Sería volver a la época en la que los territorios eran manejados por liberales y conservadores”.

Advierte, además, una situación coyuntural: las elecciones regionales en octubre de 2023. “El concepto del federalismo puede ser un caldo de cultivo para el populismo”, sentencia. Y, en efecto, ya se ha visto cómo cala el discurso en la campaña política. En Antioquia, un departamento que no es ajeno a la discusión federal, candidatos a la gobernación, como Mauricio Tobón, tienen a “Antioquia Federal” como eje de su discurso.

Por eso, García insiste en que, aunque le gusta el federalismo y cree que es adecuado para un país como Colombia, “en el escenario político y social actual, no da para estados federales”. Su temor es que se “desintegre el territorio colombiano”.

Y similar es la opinión de Sebastián Hurtado, abogado, politólogo y magíster en Relaciones Internacionales y docente de la UPB y la Universidad de Medellín.

En el campo político, advierte que “el de Colombia federal es un debate que tiene que darse, pero por qué justo en elecciones. Se ponen a “manosear” la discusión a partir de temas de votaciones y no de cifras, apelando al sentimiento de cada departamento por su nación”.

Además, indica, similar a la posibilidad de una desintegración, que “podría traer un fraccionamiento de las regiones. La nación colombiana se podría fragmentar aún más. Y podría darse que sistemas de corrupción de algunas regiones no tengan vigilancia”.

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El punto medio

No obstante, también dice que puede tener distintos beneficios.

Para empezar, que, si hay una Colombia federal, “permitiría que las regiones puedan tomar decisiones de crecimiento y políticas a partir de ellas mismas sin pasar por Bogotá. Muchas decisiones, muchos trámites y decisiones tienen que pasar obligatoriamente por la capital y eso es un desgaste de eficacia y eficiencia muy grande”.

“Conviene tener el debate, y que no sea un debate solo por las elecciones y luego lo engavetemos cuatro años. Puede ser muy útil que en Colombia debatamos con cifras, historias y posiciones el tema de las regiones y el centro. Es un debate que está abierto y latente en la mente de los colombianos”, concluye Hurtado.

Ante eso, Luisa Fernanda García dice que hay que apostar por un punto medio: antes que Colombia federal, una con mayor autonomía en las regiones. Una en la que las personas sienten que tienen voz para decidir en temas locales y no a la espera de que esas soluciones se den desde Bogotá.

“Que haya un escenario de participación, de vinculación, de que la gente sienta que participa y sus decisiones tienen impacto”, afirma. Un ejemplo de ello, independiente del resultado político, fueron los diálogos vinculantes promovidos por el Gobierno de Gustavo Petro durante el segundo semestre de 2022 para la formulación del Plan Nacional de Desarrollo.

Así, la conversación sobre la Colombia federal está abierta. Y, más allá de las propuestas de algunos candidatos, como dice García, se trata de una apuesta por la autonomía. Algo que se ve en proposiciones como el área metropolitana de Bogotá y Cundinamarca o la Agenda 2040 de Antioquia.

Constitución Política 1863
Constitución de 1863. Foto: Archivo del Banco de la República

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Una discusión histórica sobre la Colombia federal

No es la primera vez que se pide autonomía territorial ni Colombia federal.

El ejemplo por excelencia fue el causante de la cumbre de gobernadores el pasado lunes: la Constitución de 1863. Ese año, el presidente Tomás Cipriano de Mosquera convocó a esa constitución que aprobó el federalismo en los Estados Unidos de Colombia.

García recuerda que, para entonces, cada estado federal tenía su propio Ejército, algo que, asegura, no sería posible en la actualidad.

Aunque el federalismo no volvió a aplicarse luego de que la de 1863 fuera reemplazada con la Constitución de 1866, la autonomía de las regiones sí ha sido un tema recurrente.

Pasó, por ejemplo, en el Frente Nacional, cuando se implementó una política de regionalización para descentralizar el poder. Con la Constitución de 1991, qu buscó la descentralización. Y, más recientemente, con los acuerdos de La Habana, cuando se planteó la creación de regiones especiales de desarrollo.

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