Precio del oro rompe récords y supera los US$3.900 por onza en medio de la incertidumbre económica global

El precio del oro vive uno de los rallies más relevantes de su historia reciente: el metal precioso superó los US$3.900 por onza, un nuevo máximo.

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El precio del oro vive uno de los rallies más relevantes de su historia reciente: el metal precioso superó este lunes -6 de octubre de 2025- los US$3.900 por onza, un nuevo máximo histórico.

Y, además, acumula una revalorización cercana al 50 % en lo que va del año, impulsado por la búsqueda global de refugio financiero ante la incertidumbre política y económica en Estados Unidos y la debilidad del dólar, de acuerdo con información de CincoDías.

Por primera vez, el precio del oro se acerca a la simbólica barrera de los US$4.000 por onza, pulverizando las previsiones de los analistas y consolidando su papel como el activo preferido por los inversionistas en tiempos de inestabilidad.

La escalada refleja tanto la creciente demanda de los bancos centrales como el fuerte apetito de los fondos institucionales y minoristas, que ven en el metal una alternativa sólida frente al dinero fiduciario.

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Precio del oro rompe récords y supera los US$3.900 por onza en medio de la incertidumbre económica global
Precio del oro rompe récords y supera los US$3.900 por onza en medio de la incertidumbre económica global

Cierre parcial del Gobierno de EE. UU. y la política de Trump impulsan el rally del precio del oro

El último catalizador del ascenso ha sido el cierre parcial del Gobierno Federal de Estados Unidos, que ha paralizado la publicación de indicadores económicos clave —como el dato de empleo de septiembre— y aumentado la percepción de incertidumbre sobre la salud de la mayor economía del mundo.

Sin datos de referencia ni claridad sobre las decisiones de la Reserva Federal (Fed), los mercados han intensificado las compras de activos refugio.

La situación se agrava por las tensiones políticas internas y por la expectativa de nuevas rebajas de tipos de interés este año, medidas que suelen debilitar al dólar y, en consecuencia, fortalecer al oro.

Las políticas económicas del presidente Donald Trump, orientadas al proteccionismo y a una mayor intervención estatal, también han desatado un movimiento de diversificación de carteras entre los grandes inversionistas globales.

A la incertidumbre cambiaria se suma el impacto inflacionario de los aranceles a las importaciones, que está elevando los precios de bienes y materias primas.

En ese contexto, el precio del oro se ha consolidado como un refugio frente a la pérdida de poder adquisitivo de las divisas. “Estamos asistiendo a una fase de pérdida acelerada de valor del dinero emitido por los estados. El dólar, la libra, el yen y el euro han perdido terreno frente al oro en los últimos meses”, indicó a CincoDías Ned Naylor-Leyland, gestor del fondo Gold & Silver de Jupiter AM.

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Récord histórico y nuevas proyecciones: los US$5.000 ya no parecen imposibles

Los analistas coinciden en que el rally actual no tiene precedentes recientes.

“El oro ya ha subido casi un 50 % en lo que va del año, y ha duplicado su precio en los últimos tres años. Se trata de un comportamiento con pocos precedentes, similar al que se registró tras la suspensión de los acuerdos de Bretton Woods en los años 70”, explicó Marco Mencini, responsable de análisis de Plenisfer, del grupo Generali Investments.

El avance hacia los US$4.000 por onza está ocurriendo mucho antes de lo previsto. Bank of America proyectaba ese nivel recién para el segundo trimestre de 2026, mientras que los US$3.900 actuales ya alcanzan el objetivo que tenía el banco suizo Lombard Odier.

Algunos bancos de inversión ya contemplan escenarios más agresivos: Goldman Sachs estima que el oro podría escalar hasta los US$5.000 por onza si se deteriora la confianza de los inversionistas en la deuda soberana de Estados Unidos, especialmente si aumenta la injerencia política de la Casa Blanca en la Reserva Federal.

Según sus cálculos, bastaría que apenas el 1 % del capital privado invertido en bonos del Tesoro se desvíe hacia el oro para alcanzar esa cifra récord.

Del metal físico a los ETF: el apetito inversor se multiplica

El furor por el oro no se limita al metal físico. Los ETF respaldados por oro —instrumentos financieros que permiten invertir en el metal sin necesidad de almacenarlo— han duplicado las ganancias registradas por el oro al contado, impulsando además la cotización de compañías mineras que producen el metal.

El fenómeno es global: desde los bancos centrales, que siguen diversificando sus reservas en medio de tensiones geopolíticas, hasta los inversionistas minoristas y compradores de joyas en Asia, especialmente en China, que están impulsando una demanda récord.

La diversificación de reservas comenzó tras la guerra de Ucrania y la congelación de los activos del Banco Central de Rusia en el extranjero, lo que llevó a varias economías emergentes a aumentar sus compras de oro como garantía de independencia financiera.

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Con un ascenso acumulado del 90 % en los últimos dos años, el precio del oro se consolida como el gran ganador de la era de la incertidumbre.

Mientras los bancos centrales y los gobiernos enfrentan el desafío de mantener la confianza en sus monedas, el metal precioso refuerza su rol histórico como refugio último de valor.