La marca personal de LeBron James alcanzó en 2025 un valor estimado de US$1.300 millones, consolidándolo como el primer jugador activo de la NBA en la historia en alcanzar el estatus de multimillonario. Sin embargo, esta fortuna, construida sobre acuerdos de patrocinio e inversiones que superan en ingresos a su salario en la cancha, se ve ahora salpicada por una demanda legal que acusa a la estrella de los Lakers de fraude.
El 7 de octubre, James anunció la «decisión de todas las decisiones», generando una expectativa gigante sobre un posible retiro que habría puesto fin a su carrera récord en su temporada número 23.
El impacto de este anuncio preliminar se midió en la inmediata escalada de precios de las entradas para los partidos de los Lakers. Tras la especulación de un retiro, las boletas para el duelo del 31 de marzo contra los Cavaliers alcanzaron precios de casi US$1.000 en reventa, llegando algunas ubicaciones premium a superar los US$8.000, según reportes.
La decepción fue mayúscula cuando James reveló que su «gran decisión» era en realidad una alianza comercial con la marca de coñac Hennessy VSOP, consolidando un movimiento de marketing que refuerza su imagen como empresario.
El revuelo mediático se transformó en un litigio legal. Andrew Garcia, un aficionado de los Lakers de 29 años, acudió a un tribunal de Los Ángeles para demandar a James, acusándolo de «fraude, engaño y declaración falsa». García reclama haber pagado US$865 por boletas para el partido contra Cleveland, compra que, según argumenta, no habría realizado si no hubiera creído que se trataba de uno de los últimos juegos del alero de Akron.
Este caso, más allá del reclamo monetario, pone en el centro del debate la delgada línea entre la estrategia publicitaria audaz y la manipulación de la base de aficionados que sustenta el negocio de la NBA.
El imperio financiero de LeBron James: Más allá del parquet
El patrimonio neto de LeBron James en 2025 se sitúa entre US$1.200 y US$1.300 millones, colocándolo entre los deportistas más ricos del mundo. Su estrategia financiera es un modelo de diversificación: de acuerdo con la lista de Forbes de los atletas mejor pagados de 2025, James ocupa la sexta posición mundial, con ganancias anuales estimadas en US$133,8 millones.
De esta cifra, US$48,8 millones corresponden a su salario como jugador de los Lakers, mientras que US$85 millones provienen de ingresos fuera de la cancha, principalmente por patrocinios y negocios. Esta desproporción comprueba cómo el verdadero músculo financiero de «El Rey» se concentra en su rol de magnate de los negocios.
A sus 40 años, y a puertas de disputar su temporada número 23, James ha acumulado a lo largo de su carrera más de US$580 millones solo en salarios de la NBA, y una cifra superior a US$900 millones (antes de impuestos) en ingresos extradeportivos.
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A modo de comparación, la leyenda de la NBA, Michael Jordan, tiene una fortuna neta de US$3.500 millones, mientras que el patrimonio de LeBron James lo ubica a la par de figuras como el golfista Tiger Woods (US$1.400 millones) en el exclusivo club de los deportistas multimillonarios en activo.