Correr una de las grandes maratones del mundo como Chicago o Nueva York es un sueño para miles de aficionados, pero también un desafío financiero considerable. Para un corredor colombiano que desee participar en alguna de estas pruebas, el costo total puede superar los $15 millones, dependiendo del tipo de inscripción, el vuelo, la estadía y los gastos asociados.
Aunque el dorsal oficial puede parecer asequible, la realidad económica de conseguir tiquetes, estadía, transportes y alimentación en otro país convierte esta experiencia deportiva en una inversión de gran tamaño.
El primer gasto es el más evidente: la inscripción. En el caso de la Maratón de Chicago, el valor para corredores no residentes en Estados Unidos es de US$260 ($1 millón aproximadamente). Para la Maratón de Nueva York, la cifra asciende a US$358 (alrededor $1.400.000). Estos valores corresponden únicamente al dorsal y no incluyen alojamiento, vuelos ni alimentación.
Además, obtener un cupo directo no está garantizado: la mayoría de los corredores aficionados debe participar en un sorteo o cumplir con tiempos de clasificación muy exigentes, lo que lleva a muchos a buscar opciones alternativas con costos más altos.
Correr en Chicago o Nueva York: Una experiencia que puede superar los $15 millones
Según estimaciones de agencias especializadas y datos de eventos recientes, participar en la Maratón de Nueva York implica un desembolso promedio total de US$3.800 (unos $15,2 millones) por persona. Esa cifra incluye el dorsal, el viaje, el alojamiento, los alimentos y otros gastos menores en la ciudad.
En el caso de la Maratón de Chicago, el costo total varía entre US$2.195 y US$3.495, dependiendo del tipo de paquete adquirido. Las agencias de viaje que operan con licencia del evento ofrecen opciones que combinan inscripción garantizada y hospedaje por tres o cuatro noches, con precios desde US$2.395 hasta más de US$2.600 (entre $9,5 y $10,4 millones). Si el paquete incluye el vuelo internacional, la cifra total puede superar con facilidad los US$3.000.

A estos valores se suma la vía más costosa pero también más segura: correr como atleta benéfico. En este modelo, el participante se compromete a recaudar fondos para una organización social asociada al evento, con una donación mínima exigida que va dese US$3.000 US$5.000, sin contar el costo de transporte o estadía.
En otras palabras, un corredor colombiano que decida participar por esta ruta podría llegar a invertir entre $12 y $20 millones, según su nivel de apoyo y la logística personal.
Es decir, correr una maratón en Estados Unidos puede costar lo mismo que pagar un semestre completo en una universidad privada en Bogotá. Entre inscripción, vuelos, alojamiento y gastos básicos, un corredor colombiano debe invertir una cifra comparable con lo que cobran instituciones como la Javeriana o los Andes por un semestre de pregrado.
Maratones de Madrid y Bogotá: La gran diferencia de precios
Mientras las pruebas de Estados Unidos implican un gasto comparable con unas vacaciones completas en el extranjero, las carreras en Europa y Latinoamérica resultan mucho más accesibles. En el caso de la Maratón de Madrid, la inscripción tiene un costo que oscila entre 70 y 100 euros (aproximadamente entre $310.000 y $440.000 pesos).
La organización Zurich Rock ’n’ Roll Running Series ofrece paquetes con distintos servicios, pero incluso en su rango más alto, el precio es apenas una fracción del costo de participar en Chicago o Nueva York.
En Colombia, la referencia más importante es la Media Maratón de Bogotá, que en su fase ordinaria tiene una tarifa de $240.000 pesos por participante y en su fase extraordinaria asciende a $260.000 pesos. Esta inscripción incluye camiseta oficial, número con chip, medalla, hidratación y atención médica.

En dólares, representa apenas US$60 o US$65, una cifra 5 o 6 veces menor al solo costo de inscripción en una maratón estadounidense y casi 60 veces inferior al gasto total promedio en Nueva York.
La diferencia económica también refleja la escala de producción de cada evento. Mientras Nueva York congrega a más de 50.000 corredores de todo el mundo y moviliza a una ciudad entera, Bogotá reúne a unos 35.000 participantes, la mayoría locales.
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Detrás del sueño de completar una “Major” como Chicago o Nueva York hay una lista larga de gastos indirectos. El más evidente es el vuelo internacional, que para la fecha del evento puede superar fácilmente los US$800 (unos $3,2 millones).
A esto se suma el alojamiento en hoteles con alta demanda: tres noches en Manhattan o en el centro de Chicago pueden costar entre US$700 y US$1.200.