Michael Stott, editor de Financial Times para América Latina, ha puesto en duda la noción de que el panorama político colombiano regrese automáticamente al control de la derecha. En un contexto de profunda inestabilidad geopolítica y geoeconómica global, Stott afirma que «no es un hecho que Colombia la vaya a dirigir la derecha el año que viene».
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Stott reveló que ve a la izquierda en Colombia «bastante consolidada como fuerza política con una capacidad de movilización muy alta», este martes en el Gran Foro Colombia 2025 de BTG Pactual. En contraste, resaltó la «total falta de unidad en la derecha» como un factor notable.
El periodista situó la dinámica actual política regional dentro de un marco de cambio global que podría durar décadas. En su exposición dijo que uno de los factores transformadores es el enfrentamiento entre Estados Unidos y China.
Históricamente, América Latina ha sido una zona de influencia económica y política de EE. UU., pero el fuerte crecimiento de la inversión china en las últimas dos décadas está convirtiendo a la región en un «campo de batalla entre las dos superpotencias actuales».
Esta dinámica externa tiene repercusiones directas, por lo que Stott advirtió que una posible intervención norteamericana debe observarse «con mucho cuidado», ya que podría jugar a favor de la izquierda. Incluso dijo que, si dicha intromisión se percibe como presión o «una injerencia indebida que atenta contra la soberanía y la economía del país», esto crea «un problema muy grande para la derecha» en casos como Colombia, Brasil o incluso México.
Por otra parte, advirtió que el debate sobre la independencia de los bancos centrales está creciendo, con una tendencia de los gobiernos populistas a cuestionarlos, especialmente en un momento en que los déficits globales están aumentando.
Otro factor crítico que está moldeando la política en la región, según el editor de Financial Times, es el papel de las redes sociales. El periodista argumentó que el modelo de negocios de estas plataformas fomenta la polarización y el extremismo, dado que el contenido bien argumentado o moderado no genera interacciones fuertes, por lo que las redes sociales dan prioridad a material más extremo, a veces «hasta falso o calumnioso».
Según Michael Stott, esta movilización a través de redes sociales no es una coincidencia y ha llegado para quedarse. Además, ha dado paso a «nuevos actores no tradicionales». Como ejemplo citó el caso del candidato Rodolfo Hernández a la Presidencia de Colombia en 2022, un señor «poco conocido» que alcanzó a llegar a la segunda vuelta gracias a una serie de videos publicados en TikTok. Estas figuras pueden surgir de cualquier parte del espectro político.
Optimismo frente al futuro de América Latina
Pese a la inestabilidad política, Stott mantiene el optimismo a largo plazo para América Latina. Incluso destacó que los vientos están soplando a favor de la región, beneficiada por el dólar y los factores políticos.
También dijo que América Latina ha demostrado ser resiliente, saliendo de crisis como la pandemia con un daño mucho menor al esperado. Y subrayó que la región cuenta con recursos importantes, como tierra y agua, en un momento donde no todos los países tienen la comida necesaria para sostenerse. Según dijo, estos activos van «mucho más allá del ciclo político» y se volverán cada vez más importantes.
En ello coincidió Roberto Sallaouti, CEO de BTG Pactual, quien señaló que “es un gran momento para la región», producto del incremento en los flujos de capitales con la llegada de inversionistas que no habían estado en Latinoamérica por 50 años y de la debilidad del dólar a nivel global.
Sin embargo, Sallaouti expresó profunda preocupación por la política fiscal y la posibilidad de que empeore, mencionando específicamente los casos de Colombia y Brasil, y recordó que para los inversores globales el riesgo del gobierno es menos atractivo que el de algunos activos.
A pesar de la bonanza de flujos de capital, la advertencia final de Sallaouti es clara: si bien se debe aprovechar el momento, se debe tener «mucho cuidado porque hay factores que podrían hacer que el escenario cambie muy rápido», entre ellos el ciclo electoral que llegará a América Latina en los próximos 12 o 24 meses.
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