Los aranceles recíprocos de Estados Unidos (EE. UU.) han sido una estrategia comercial que ha revolucionado el comercio en el mundo este año y que, incluso hoy, siguen siendo negociados por diversos países con el gobierno de Donald Trump.
Mientras que el endurecimiento contra países como China se viene reduciendo, pues en recientemente se redujo de 20 % a 10 % el impuesto de entrada para productos como el fentanilo chino, otras naciones como Canadá siguen experimentando constantes tenciones contra el mandatario estadounidense.
En este complejo escenario de incertidumbre que aún se vive, y del cual Colombia hace parte, existe, precisamente un conjunto de ventajas competitivas para el país que lo convierten en uno de los únicos tres del mundo en beneficiarse de la nueva estrategia del mandato estadounidense.
Las ventajas para Colombia
En un análisis realizado por la firma Araujo Ibarra se expone que Guatemala y Panamá, Colombia cuenta con cuatro puntos específicos que -a pesar de los choques políticos recientes entre los gobiernos de ambos países- lo siguen convirtiendo en uno de los países con mayores ventajas.
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“Existen varias economías en América Latina y el Caribe con las condiciones competitivas necesarias para atraer inversión extranjera. Entre ellas, estas naciones se destacan como los únicos tres países del mundo beneficiados por las políticas arancelarias de la administración Trump, por cuatro razones principales”, argumenta Martín Ibarra, socio de Araujo Ibarra.

En primera instancia, los tres cuentan con un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, lo que les otorga un marco preferencial para el comercio bilateral.
Vale recordar que el TLC entre Colombia y Estados Unidos entró en vigor el 15 de mayo de 2012, tras varios años de negociaciones y ratificaciones por parte de ambos países.
Con esta iniciativa se eliminó gradualmente los aranceles de la mayoría de bienes y servicios entre ambos países, beneficiando especialmente los sectores agroindustrial, manufacturero y de servicios en Colombia, beneficiando a productos como las flores, el azúcar, las frutas tropicales, entre otros.
Hoy, según cifras del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, más del 30 % de las exportaciones colombianas no minero-energéticas tienen como destino el mercado estadounidense.
De otro lado, Ibarra expone que Colombia -así como Guatemala y Panamá- disponen de zonas francas activas, que ofrecen incentivos fiscales y logísticos atractivos para la relocalización de empresas.




