El Gobierno de Estados Unidos, encabezado por el presidente Donald Trump, anunció un cambio relevante en su estrategia comercial al retirar los aranceles impuestos a diversas importaciones agrícolas. La medida quedó oficializada mediante un decreto que establece que productos como carne de res, café, bananas y tomates podrán ingresar al país sin cargas arancelarias, lo que equivale a un arancel del 0 % para estas mercancías.
La decisión contrasta con el decreto inicial, que había fijado un arancel mínimo del 10 % para prácticamente todas las importaciones, acompañado de recargos adicionales según el tipo y el origen de los productos. Ese esquema tarifario representó una fuente significativa de ingresos para el Tesoro estadounidense, pero también incrementó los costos dentro de la cadena de abastecimiento, lo que terminó incidiendo en los precios finales para los consumidores.
Ante estos efectos, el Gobierno llevó a cabo una revisión a comienzos de septiembre. En ese análisis, la administración Trump concluyó que la producción interna no tenía la capacidad de suplir por completo la demanda nacional de ciertos bienes esenciales. Mantener los aranceles, por tanto, resultaba contraproducente, ya que limitaba la disponibilidad de productos básicos e impulsaba la presión inflacionaria.
El nuevo decreto busca revertir parcialmente la estrategia anterior con el objetivo de contener el aumento general de precios. Funcionarios del Ejecutivo señalaron que la prioridad es asegurar un acceso más asequible a alimentos que forman parte de la canasta básica, en un contexto en el que los ciudadanos enfrentan mayores gastos en vivienda, transporte y energía.




