El Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) confirmó que, junto con el municipio de Funza, se formalizó un convenio interadministrativo para definir la hoja de ruta que permita avanzar en la consolidación de un corredor estratégico de movilidad entre Bogotá y esta localidad de Cundinamarca. El acuerdo establece una colaboración orientada a proyectar y desarrollar la Avenida La Esperanza como un eje de conexión regional, con el fin de fortalecer la integración urbana y mejorar las condiciones de desplazamiento para los usuarios que viajan diariamente entre ambos territorios.
Este convenio, concebido como un marco de cooperación sin obligaciones económicas directas, estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2027. Su propósito es facilitar la coordinación técnica, administrativa y de planeación entre las dos entidades, de modo que se garantice el desarrollo ordenado de los estudios y procesos previos a la ejecución de las obras. Con ello, se busca que cada fase avance bajo criterios unificados y con el rigor necesario para asegurar la viabilidad del proyecto.
El IDU asumirá la responsabilidad de brindar acompañamiento técnico al municipio de Funza en la estructuración de las contrataciones relacionadas con el corredor. Este apoyo abarcará las etapas de prefactibilidad, factibilidad y elaboración de estudios y diseños, consideradas fundamentales para determinar las condiciones técnicas y financieras de la intervención. Asimismo, el Instituto revisará y avalará los productos derivados de cada fase, lo que permitirá mantener una línea de trabajo articulada y coherente entre ambas partes.
Habrá restricción de vehículos en el paso de esta vía
Uno de los aspectos que genera mayor interés entre los ciudadanos es que la vía no contemplará la instalación de un peaje. Esta decisión busca favorecer a los conductores que transitan por la zona, pues se proyecta que la conexión permitirá reducir los tiempos de desplazamiento en aproximadamente 120 minutos, al ofrecer una alternativa más fluida entre Bogotá y Funza. No obstante, se aclara que el corredor será de uso exclusivo para vehículos particulares, por lo que no estará habilitado para transporte de carga.
Para garantizar el seguimiento del convenio, se conformará un Comité Técnico Operativo integrado por delegados de ambas entidades. Este espacio funcionará como instancia de coordinación, revisión y toma de decisiones, además de facilitar el monitoreo del avance de los procesos. En este marco, el IDU será el encargado de entregar el Documento Técnico de Soporte de la fase inicial y continuará con el desarrollo de estudios en los tramos que aún requieren actualización de información.
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Por su parte, el municipio de Funza aportará acompañamiento institucional y su experiencia en la gestión contractual. Entre sus responsabilidades se encuentra adelantar los trámites administrativos y presupuestales necesarios para asegurar las fuentes de financiación, así como gestionar licencias, permisos y autorizaciones vinculadas a los procesos que dependan de su competencia. Este rol será determinante para garantizar el avance del proyecto dentro del ámbito municipal.
El corredor proyectado contempla una intervención a lo largo de 8,3 kilómetros, distribuidos en 4,5 kilómetros dentro de Bogotá y 3,8 en territorio de Funza. El diseño preliminar plantea una sección vial de 34 metros de ancho, integrada por dos calzadas con dos carriles por sentido, una franja destinada a infraestructura ciclista y áreas para peatones. Con esta configuración, el proyecto busca promover un modelo de movilidad eficiente y seguro, que responda a las necesidades actuales de la región y contribuya a su desarrollo futuro.




