El empresario y multimillonario colombo-estadounidense, Alejandro Santo Domingo, se sumó al grupo inversor de Martin Broughton que busca comprar al club inglés Chelsea, tras la salida de su exdueño, el ruso Roman Abramovich.
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Junto a la oferta del grupo Broughton, se ha conocido que el consorcio de Todd Boehly y el grupo de Stephen Pagliuca también han hecho una oferta para comprar el club y se convierten en los tres más opcionados para la etapa final.
La información, conocida hasta ahora por Sky News, establece que Santo Domingo, cuya fortuna según la revista Forbes supera los US$2.500 millones, se convertiría en un accionista minoritario de Chelsea si el consorcio encabezado por Broughton tiene éxito con su propósito.
Santo Domingo es quien lidera el Grupo Valorem, el principal vehículo de inversión de su familia en Colombia, en el que reúnen numerosas empresas en un conglomerado, consolidando activos cercanos a los $5,4 billones.
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Si bien no se conocen los detalles específicos de la oferta, Broughton, expresidente de British Airways y Liverpool FC, está recibiendo un impulso importante de parte de Josh Harris, cofundador de Apollo Global Management Inc.
También forman parte de este grupo otros empresarios como Vivek Ranadive y David Blitzer, aunque ambos tienen acciones en el club Crystal Palace, que deben venderse si su oferta tiene éxito.
La oferta de Broughton recibió un impulso, mientras que otros interesados en Chelsea, la familia Ricketts retiró su oferta por el club.
En un comunicado, la familia dijo que «el grupo Ricketts-Griffin-Gilbert ha decidido, después de una cuidadosa consideración, no presentar una oferta final por el Chelsea FC. En el proceso de finalizar la propuesta, se hizo cada vez más claro que ciertos problemas no podían abordarse dada la dinámica inusual en torno al proceso de ventas”.
La familia Ricketts agregó que «tenemos una gran admiración por el Chelsea FC y sus aficionados y les deseamos lo mejor a los nuevos propietarios».
La salida de Abramovich
Según Transfermarkt, Chelsea posee un valor de mercado cercano a los 883 millones de euros, recordando que Abramovich había adquirido al club deportivo en 2003 luego de haber desembolsado apenas 165 millones de euros.
Sin embargo, desde su llegada, se estima que el Chelsea invirtió cerca de 2.000 millones de euros en la compra de jugadores.
El empresario ruso, uno de los principales accionistas de la minera Evraz, ya se había apartado de la dirigencia del Chelsea desde el momento en el que habían empezado a ser efectivas algunas sanciones a magnates rusos por la incursión militar de ese país en Ucrania.
La situación le dio fuerza al rumor de que Abramovich saldría del equipo del norte de Londres también por presiones políticas, esto por su cercanía con el Gobierno ruso.
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