Los biocombustibles son parte de la matriz energética de Colombia para garantizar una transición responsable a cero emisiones de la flota vehícular. Al ser renovables y producidos localmente, permiten disminuir la dependencia al petróleo y generar empleo rural.
Según Andemos, Colombia, tiene un gran potencial para el desarrollo de bioenergías por sus condiciones sociales, geográficas y ambientales. De acuerdo con la Federación Nacional de Biocombustibles de Colombia, Fedebiocombustibles durante el 2022 el sector registró un crecimiento del 40 %.
El consumo de biocombustibles en el país está asociado con el sector transporte, pues obedece al comportamiento del consumo de gasolina y ACPM del país, donde la participación del sector transporte en el consumo total de gasolina es del 97 %, mientras que ACPM participa con el 70 %.
Actualmente, Colombia tiene reglamentada una mezcla obligatoria del 10 % tanto en etanol como en biodiesel que no se están cumpliendo por la falta de suministro por parte de los productores.
Estos niveles están acordes con las recomendaciones de los fabricantes establecida en la carta mundial de combustibles.
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Andemos, indica que, muchos de los vehículos que circulan en Colombia son obsoletos y diseñados por el fabricante para operar con mezclas máximas de biocombustibles del 10 % (B10 – E10) por lo que aumentar las mezclas sería perjudicial para los motores de los vehículos que hoy circulan en el país.
La asociación se manifestó y dice no apoyar las recientes propuestas de privados en aumentar de las mezclas obligatorias al 15 %, asunto que ya comienza a preocupar a algunas marcas de vehículos que circulan en el país.
Oliverio García, presidente de Andemos, manifestó que “el parque automotor colombiano es obsoleto y el aumento de mezclas obligatorias por encima del 10 % generaría graves inconvenientes a los usuarios y las piezas involucradas con la línea de los combustibles podrían verse afectadas. De manera que como buena práctica recomendamos al Gobierno Nacional la implementación de programas de mezclas voluntarias para que el consumidor escoja libremente en las estaciones de servicio la mezcla de biocombustible recomendada por el fabricante.”
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La mezcla voluntaria, práctica internacional
Como una buena práctica internacional, los países han optado por la implementación de programas de mezclas voluntarias para que el consumidor escoja libremente en las estaciones de servicio la mezcla de biocombustible recomendada por el fabricante.
Tal es el caso en Brasil con mezclas voluntarias E85 (85 % de etanol, 15 % gasolina fósil), Tailandia con mezclas B10 obligatorias y B20 voluntarias y en el caso de etanol E10 obligatorias y E20 y E85 voluntarias, Estados Unidos con mezclas B20 y E15 voluntarias, Europa con B100 y E20.
Andemos dice que las mezclas voluntarias de biocombustibles en Colombia no solo aportarían a la disminución de emisiones contaminantes, sino también al desarrollo de las zonas rurales del país, las cuales se verían beneficiadas con la producción de biomasas.
