El Gobierno Nacional decretó el incremento del salario mínimo para 2020 en Colombia del 6 %, cifra superior a la inflación que fue del 3,8 % y a la productividad que se ubicó en 0,21 %.
Para la Asociación Bancaria de Colombia (Asobancaria) el incremento del salario en 6 % está al límite de la cifra recomendada para no afectar el mercado laboral.
“Está comprobado que aumentos desmesurados del salario mínimo podrían conducir a una mayor informalidad y podrían llevar por ende a un mayor desempleo formal. Las centrales obreras nunca han aceptado esas tesis. No estoy seguro si el 6 % cruza la línea, pero sí estamos en el borde”, dijo Santiago Castro, presidente de Asobancaria.
Por su parte, la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif) cree que el país necesita tomar medidas urgentes para evitar que el incremento del salario mínimo siga afectando el mercado laboral colombiano.
“Se debe continuar reduciendo los costos no salariales, en línea con lo logrado en la Ley 1607 de 2012 (eliminando el 4% de sobrecosto empresarial que representan las Cofamiliares); eliminar los intereses de las cesantías (equivalentes al 1% del valor de la nómina), dado que sus inversiones en AFPs ya reconocen intereses reales que han venido promediando un 3% anual en 2005-2018; reducir los costos de enganche-despido, replicando lo logrado en España en 2012; y atar el ajuste del salario mínimo a la regla universal, de manera que los incrementos reales no superen las ganancias en productividad laboral”, dijo Anif.
El Banco de la República, dijo semanas atrás que los incrementos descontrolados del salario mínimos pueden afectar el empleo de un país.
Castro indicó que el incremento del 6 % del salario mínimo va a ayudar a incrementar el poder adquisitivo de los colombianos.
“El 6 % fue más de dos puntos por encima de la inflación, entonces se está mejorando de manera real el poder adquisitivo de las personas que tienen sus ingresos en el salario mínimo”, dijo.
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