Una jornada de protestas en el barrio Quinta Paredes, en la localidad de Teusaquillo, terminó este viernes en hechos de violencia frente a la Embajada de Estados Unidos, que dejaron cuatro uniformados de la Policía de Bogotá heridos y daños en el espacio público.
Las autoridades distritales calificaron el ataque como un acto organizado y premeditado por parte de milicias de choque y delincuentes.
El alcalde Carlos Fernando Galán denunció en su cuenta de X que lo ocurrido “fue un ataque organizado y premeditado” y anunció que, ante la gravedad de los hechos, ordenó el uso legítimo de la fuerza por parte de la Policía Metropolitana para recuperar el orden.
“Inmediatamente empezaron los ataques, ordené el uso de la fuerza por parte de la Policía de Bogotá para retomar el orden. Lo haremos las veces que sea necesario para proteger a los bogotanos y resguardar su integridad y sus bienes”, escribió el mandatario.
Galán también hizo un enérgico llamado al Gobierno Nacional para que desmantele los grupos armados urbanos que estarían infiltrando las movilizaciones. “No puede estar negociando con milicias de choque que atacan con flechas y artefactos explosivos a la fuerza pública. En Bogotá la violencia no tiene cabida”, añadió.
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Ataque con artefactos incendiarios y flechas
De acuerdo con la información entregada por la Secretaría Distrital de Gobierno, hacia las 3:30 de la tarde un grupo de manifestantes —algunos de ellos encapuchados— llegó hasta las inmediaciones de la embajada con artefactos incendiarios, flechas e instrumentos contundentes, intentando vandalizar la sede diplomática.
“El ataque puso en riesgo no solo a quienes estaban dentro del edificio, sino también a los vecinos del barrio residencial donde se ubica la representación diplomática”, informó el secretario de Gobierno, Gustavo Quintero, quien confirmó que la intervención policial fue necesaria y se mantiene activa.
Los disturbios se produjeron en el contexto de las movilizaciones que desde hace cinco días se desarrollan en Bogotá, con la llegada de grupos provenientes de distintas regiones del país que reclaman al Gobierno Nacional atención a demandas sociales.
Hasta este viernes, según la Administración Distrital, las jornadas se habían desarrollado de forma pacífica, sin incidentes graves, salvo afectaciones menores al mobiliario y al transporte público.
Sin embargo, los hechos ocurridos en Quinta Paredes marcaron un punto de quiebre. “Hoy se superó cualquier intento de mediación con diálogo. No aceptaremos que con la excusa de la movilización social se atente contra la vida de otro ser humano”, señaló Quintero.
Rechazo institucional y llamado al respeto por la protesta pacífica
Tanto el alcalde Galán como el secretario Quintero rechazaron categóricamente los actos violentos y recordaron que la protesta pacífica es un derecho, pero “la violencia nunca lo será”.
La Administración Distrital destacó que desde el lunes los equipos de Diálogo Social, Derechos Humanos y Asuntos Étnicos han acompañado las concentraciones, en el marco del Decreto 053 de 2023, con el fin de garantizar el derecho a la movilización y evitar la escalada de tensiones.
“No es justo para Bogotá ni para su gente, que ha acogido con todas las garantías más de 2.800 movilizaciones en 2024 y 2025, que se vea afectada de manera desmedida por hechos violentos que ponen en riesgo la vida y los servicios esenciales de la ciudad”, enfatizó Quintero.
La Alcaldía de Bogotá pidió a la ONU en Colombia, a la Defensoría del Pueblo y al Ministerio del Interior pronunciarse frente a estos hechos y acompañar las investigaciones que se adelanten.
“El uso de la violencia vulnera el derecho fundamental a la movilización pacífica y pone en riesgo la integridad de la ciudadanía, los servidores públicos y los gestores de diálogo que acompañan las manifestaciones”, recalcó la Administración.