En una presentación a analistas de mercado, el equipo técnico del Banco de la República propuso un nuevo método para calcular la inflación que empezará a implementar en los próximos meses.
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Algunas de las modificaciones para analizar la inflación propuestas por el emisor son la inclusión de nuevas canastas de medición del indicador, cambios en las métricas de inflaciones básicas y ajustes en la encuesta de expectativas a los analistas.
En la actualidad, el Banco de la República utiliza dos categorías para calcular la inflación: Alimentos (23,8 %) y sin alimentos (76,2 %). Dentro de sin alimentos hay otras tres variables: transables, no transables y regulados.
La propuesta del Banco de la República es que el peso de alimentos en la inflación disminuya del 23,8 % actual hasta el 15,1 % y que sin alimentos suba desde 76,2 % hasta 84,9 %. Esto implicaría una subida en el peso para calcular la inflación de los rubros de servicios y regulados.
La modificación se daría por la salida de cinco subclases del rubro de alimentos, como por ejemplo ‘comidas fuera del hogar’, que ahora pasaría al rubro de servicios.
Según el emisor, los cambios propuestos hacen que sea más fácil la interpretación y el cálculo de la inflación. Las modificaciones también harían que el indicador no tenga que ser revisado frecuentemente.
Desde febrero de 2019, el Dane modificó la forma en la que calculaba la inflación y amplió los grupos de clasificación del indicador desde nueve hasta 12.
En los cambios hechos por el Dane, el grupo de alimentos también perdió peso. Esta decisión se justificó bajo la premisa que así la inflación iba a ser menos volátil.
De acuerdo con un informe del Banco de Bogotá, los cambios propuestos pueden “capturar mejor el comportamiento de los precios”.
Otro de los ajustes que realizaría el Banco de la República tiene que ver con el análisis de las mediciones básicas. Hasta el momento, el emisor analizaba cuatro métricas que son: sin alimentos; sin alimentos y regulados; sin alimentos, servicios públicos y combustibles; y Núcleo 20.
La propuesta del emisor es eliminar una de estas mediciones y dejar solo tres medidas básicas: sin alimentos, sin alimentos ni regulados y Núcleo 15.
La inflación Núcleo 20 excluye el 20% más volátil de los bienes y servicios de la canasta del IPC. Con el Núcleo 15 se excluiría el 15 % más volátil.
Para finalizar, el tercer ajuste que realizaría el emisor va del lado de la encuesta de expectativas que realiza mensualmente.
Ahora se va a modificar la pregunta de expectativas de inflación sin alimentos que se denominará sin alimentos perecederos ni procesados.
“Oportunamente informaremos el momento en que se realice el cambio, el cual podría ser a partir de la encuesta de julio para estar alineados con los otros cambios en el análisis de la inflación”, indica la presentación del banco.
Hay que resaltar que algunos de los analistas que hacen parte de la encuesta también contestaban el sondeo de proyecciones macroeconómicas de analistas locales y extranjeros, que se publican trimestralmente en el Informe de política monetaria. Teniendo en cuenta esto, y para evitar duplicidad de esfuerzos la encuesta recogerá proyecciones macroeconómicas como variables adicionales: DTF, déficit fiscal (% del PIB) y tasa de desempleo.
“Estas preguntas se incluirán en las mediciones de los meses de marzo, junio, septiembre y diciembre para los horizontes de pronóstico: fin de año actual y siguiente”, explicó el banco.
Las modificaciones se empezarán a implementar en el segundo semestre de 2020.
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