A un día de que venciera el plazo para que la gigante del sector inmobiliario, Evergrande, empezara a pagar los vencimientos de su deuda, el Banco Popular de China inyectó fondos al sistema bancario del país para apoyar a la empresa, evitar su quiebra y, con esto, un posible efecto contagio en los mercados.
La explicación de la determinación del emisor chino es la siguiente: las instituciones financieras están conectadas con Evergrande, con préstamos y participaciones indirectas, por lo que una quiebra de la compañía podría traducirse en liquidaciones en el mercado crediticio. (Ver más de Internacional).
Así las cosas, el Banco Popular de China inyectó 90.000 millones de yuanes al sistema bancario, dando una señal de apoyo a los mercados mientras se resuelve la crisis de la firma que tiene más de 200 mil empleados y es la segunda compañía más grande de ese sector.
Desde el pasado martes, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) había dado un respiro a los inversionistas, indicando que las autoridades chinas tienen la capacidad fiscal y monetaria de amortiguar el golpe de la caída de Evergrande.
Este jueves 23 de septiembre Evergrande debe pagar intereses por US$83,5 millones y la próxima semana debe desembolsar otro pago por ese mismo concepto, del orden de los US$47,5 millones. La cercanía de la fecha límite para el comienzo del pago de sus deudas llevó a que sus acciones en la Bolsa de Hong Kong cayeran de manera sostenida en las últimas dos semanas.
La mayoría de las deudas de la compañía están asociados a negocios realizados en China. Cifras de Refinitiv citadas por Reuters indican que US$20.000 millones de los pendientes corresponden a deudas en el extranjero.
Evergrande es propietaria de más de 1.300 proyectos inmobiliarios en más de 280 ciudades de China y tiene alianzas de cooperación con alrededor 860 empresas de todo el mundo. El pasado lunes 20 de septiembre las bolsas más importantes del globo registraron caídas de cuenta del coletazo de la crisis de Evergrande.
—