La Confederación Sudamericana de Fútbol confirmó que la final de la Copa Sudamericana 2026 se disputará en el estadio Metropolitano de Barranquilla, un hecho que marca un hito para el fútbol colombiano.
Será la primera vez que una ciudad del país reciba la definición del torneo en el formato de partido único, instaurado por Conmebol desde 2019. La decisión ubica a la capital del Atlántico en la élite de las sedes deportivas del continente y abre un escenario relevante para la economía local durante el segundo semestre de 2026.
Según información de la propia Conmebol y autoridades locales, la elección se tomó durante la reunión del Consejo Directivo en Lima, con la presencia del alcalde Alejandro Char y con el aval pleno del presidente Alejandro Domínguez.
Barranquilla superó a otras ciudades de la región gracias a factores como su capacidad logística, el comportamiento del mercado turístico y la experiencia del estadio Metropolitano en partidos de alta exigencia, especialmente como sede de la Selección Colombia.

A nivel nacional, la designación genera una ventana de exposición internacional que pocas veces ha tenido Colombia en materia de clubes. Desde que las finales únicas comenzaron a disputarse, países como Uruguay, Argentina, Brasil, Paraguay y Ecuador habían concentrado la mayoría de sedes.
Modernización del estadio Metropolitano y requisitos de Conmebol
Tras el anuncio de Conmebol, el estadio Metropolitano entrará en un proceso de adecuaciones exigidas para la final. Las obras deberán comenzar una vez finalice la participación de Junior en los torneos locales, y se enfocarán en ampliación de aforo, modernización de tribunas, adecuación de zonas de prensa, renovación de camerinos, mejora de accesos y nuevos espacios de hospitalidad para patrocinadores y público VIP.
El objetivo es cumplir con estándares de FIFA y Conmebol en iluminación, conectividad, seguridad, accesibilidad, confort y certificaciones de infraestructura. Esto responde a los lineamientos aplicados en finales recientes en ciudades como Asunción, Montevideo, Córdoba, o Guayaquil, donde se exigieron intervenciones de mediana o alta complejidad en los estadios sede.

El Metropolitano, con capacidad superior a 46.000 espectadores, deberá incorporar mejoras en graderías y accesos para reducir tiempos de evacuación y optimizar el flujo del público.




