Una combinación de shocks económicos podría acortar el crecimiento de América Latina y el Caribe en un promedio anual de hasta 1,7% del PIB en 2019-2021, reduciendo la tasa de crecimiento base del 2,5% a solamente 0,8%, según el Informe Macroeconómico del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El estudio calcula los impactos de un crecimiento desacelerado de las economías de Estados Unidos y China, y un aumento en las tasas de interés de Estados Unidos.
También evalúa los potenciales impactos sobre América Latina y el Caribe causados por un Brexit desordenado, que podría reducir en medio punto porcentual adicional las proyecciones de crecimiento de la región.
“Los potenciales impactos son alarmantes porque América Latina y el Caribe ya se encuentra entre las regiones con índice de crecimiento anual más lentos del mundo”, dijo Eric Parrado, economista jefe del BID.
“Esperamos poder evitar algunos de los escenarios más desfavorables. Asimismo, el informe traza un rumbo por el cual la región puede obtener un gran impulso económico a través de inversiones en transporte, telecomunicaciones y otras obras de infraestructura tan necesarias”, añadió.
Del lado positivo, las mayores economías de la región podrían ayudar a contrarrestar el viento en contra que azota a la economía mundial.
Un shock positivo de sólo el 0,3% del crecimiento del PIB por encima de los parámetros de referencia en las cinco economías más grandes de la región (Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México) se traduciría en un crecimiento un 0,5% superior para todo América Latina y el Caribe durante cada uno de los tres años, por sobre el crecimiento base de 2,5%, lo que equivaldría a un crecimiento total de alrededor del 1,5% del PIB regional.
Sobre Colombia destaca los desarrollos en infraestructura como uno de los principales puntos a observar pues “el crecimiento económico del país continúa explicándose fundamentalmente por acumulación de factores, y no por aumentos en la productividad. De esta manera, la economía enfrenta el reto de incrementar la productividad para alcanzar una trayectoria de crecimiento sostenible, por lo cual la inversión en los sectores de infraestructura adquiere especial relevancia”, resalta el informe.