Cadillac, el icónico fabricante de automóviles estadounidense, anunció un acuerdo de patrocinio con Jim Beam, la legendaria marca de whisky de Kentucky, de cara a su esperado debut en la Fórmula 1 en 2026. La confirmación oficial del acuerdo se hizo a través de las redes sociales de ambas compañías, destacando la unión de “dos originales estadounidenses” en el “escenario más rápido del mundo”.
Este patrocinio se produce en un contexto de crecimiento explosivo de la Fórmula 1 en Estados Unidos, impulsado por el éxito de la serie de Netflix Drive to Survive. La popularidad del automovilismo de élite ha llevado a la adición de dos nuevos grandes premios en el país: Miami y Las Vegas, que se suman al histórico Circuito de las Américas en Austin.
En 2023, la asistencia al GP de Las Vegas superó las 320.000 personas, mientras que el GP de Miami tuvo una audiencia televisiva de 2,2 millones de espectadores en su debut. Esta base de aficionados en constante expansión ofrece a marcas como Cadillac y Jim Beam una plataforma global sin precedentes para conectar con nuevas audiencias, aprovechando la fuerte identidad nacional que ambas marcas representan.
Aunque los detalles financieros y la duración del contrato no se han revelado, el patrocinio de Jim Beam como «socio oficial de bebidas espirituosas» representa un movimiento significativo. Históricamente, el alcohol y el automovilismo han estado estrechamente ligados, con marcas de cerveza, vino y whisky invirtiendo miles de millones en la F1 a lo largo de los años.
Por ejemplo, en 2022, Heineken se convirtió en el socio global de la F1 en una extensión de contrato que, según estimaciones, alcanzó los US$30 millones anuales. La unión de Jim Beam con Cadillac sugiere que el valor del acuerdo podría ser sustancial, equiparable a patrocinios de marcas de bebidas de primera línea, y representa una de las alianzas más significativas entre una automotriz y una marca de bebidas en la parrilla actual.
Un legado que se traslada de la carretera a las pistas
La conexión entre Cadillac y Jim Beam va más allá de un simple acuerdo comercial. Según el comunicado oficial, la historia de ambas marcas se entrelaza desde el nacimiento del whisky. La leyenda cuenta que el fundador de la destilería, James Beam, transportaba la levadura original que garantizaba la autenticidad de su bourbon en un frasco de vidrio, el cual guardaba en el asiento delantero de su Cadillac.
Esta curiosa anécdota, una tradición que se mantiene hasta hoy, simboliza la autenticidad y el legado que ambas compañías buscan celebrar con esta colaboración. La asociación, según Jim Beam, “une los mundos del bourbon y el automovilismo en una celebración del legado y la artesanía”.
Este es el segundo patrocinio de alto perfil que confirma Cadillac en su camino hacia la F1. En junio, la marca de ropa Tommy Hilfiger fue anunciada como el socio de vestimenta, en un acuerdo que también refuerza el vínculo con empresas con raíces en Estados Unidos.
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El proyecto de Cadillac en la Fórmula 1 no es solo una idea, sino una realidad en construcción. Con la mira puesta en la temporada 2026, el equipo ya ha confirmado a su alineación de pilotos. La pareja titular estará conformada por el piloto mexicano Sergio «Checo» Pérez y el finlandés Valtteri Bottas. Además, se ha anunciado que el estadounidense Colton Herta será el piloto de pruebas.