El lunes 24 de noviembre, Hocol, filial de Ecopetrol, señaló que hubo bloqueos en sus operaciones en La Guajira, concretamente en el complejo Ballena, ubicado en Manaure. El cierre en la zona se habría dado por parte de la comunidad Carrapiñapule, que impedía el ingreso y salida del personal.
La empresa, que es dirigida por Luis Eduardo Parra, reveló que, de mantenerse la situación, se vería obligada a suspender el abastecimiento energético en el norte y centro de Colombia, ya que el campo Guajira produce 70 millones de pies cúbicos por día. Para analistas, la suspensión de estas cantidades de gas podría impactar a 14 millones de usuarios.
Camilo Prieto, profesor de la Universidad Javeriana, expresó que la producción de gas de 70 millones de pies cúbicos puede equivaler al suministro para aproximadamente 3,5 millones de hogares.
Por su parte, Sergio Cabrales, profesor de la Universidad de los Andes, aseguró que la puesta en riesgo de esta cantidad de gas equivale a 7 % de la demanda de Colombia.

También manifestó que el campo Ballena hace parte de la producción histórica, sumado a Chuchupa y Riohacha, asegurando que estos tres campos, junto con su infraestructura, fueron claves para el suministro de gas a Colombia durante más de cuatro décadas, aunque en la actualidad presentan un marcado declive.
“Si se frena la operación, tendrían que apagar los pozos. Esto llevaría a una suspensión del abastecimiento energético en el norte y centro del país. Los efectos serían terribles para la seguridad energética de Colombia”, afirmó Prieto.
Luego aseguró que, al haber menos gas, según la regulación se priorizaría a los usuarios esenciales, como hogares y hospitales, y que habría menor cantidad del energético a las plantas térmicas.
“Lo que está reclamando la población es agua potable, saneamiento, educación, transporte para los infantes, reconocimiento de las autoridades indígenas tradicionales, y también compromisos que el Ministerio del Interior, la Gobernación de La Guajira y la Alcaldía de Manaure no han cumplido”, añadió Prieto.
Julio César Vera, experto en energía y presidente de XUA Energy, manifestó que las comunidades han venido ejerciendo presión sobre los proyectos en ese departamento, motivadas por los mensajes que reciben. Según él, en muchos casos llevan a “demandas exageradas y fuera de contexto” respecto a la realidad de los proyectos energéticos, particularmente en campos que están en su etapa final de explotación a causa de su fuerte declive.

¿Qué es el complejo Ballena de Manaure en La Guajira?
Vera explicó que estas son instalaciones ubicadas en el corregimiento El Pájaro, en Manaure. En esta locación llega la producción de los pozos en declive de Chuchupa, que se ubican en el mar, y del campo Ballena, que está en tierra, con la finalidad de que sean despachados hacia el sistema de la costa atlántica de Promigas o al gasoducto Ballena–Barranca hacia el interior de Colombia, a través de la red que maneja la Transportadora de Gas Internacional (TGI), filial del Grupo Energía Bogotá (GEB).
Frente a un eventual desabastecimiento a causa de lo anteriormente expuesto, Amylcar Acosta, exministro de Minas y Energía, señaló que no habría manera de reemplazarlo con importaciones porque no hay una mayor capacidad en la regasificadora Sociedad Portuaria El Cayao (SPEC). Frente a esto, los analistas mencionaron que, aunque no haya estimaciones puntuales sobre si un evento de este tipo tendría repercusión en las tarifas, mayores importaciones sí implican un impacto en los costos para el usuario final.
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