Colombia cae al puesto 36 en adopción cripto, mientras Binance prepara revolucionar los pagos cotidianos

América Latina mantiene su posición como la segunda región con mayor crecimiento en adopción cripto después de África.

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El país pierde competitividad por las constantes trabas regulatorias, pero la plataforma de Binance avanza en soluciones para usar criptomonedas en comercios locales y para que los ciudadanos puedan invertir.

Colombia enfrenta una paradoja en el ecosistema de criptomonedas: mientras pierde terreno frente a otros mercados por la falta de claridad regulatoria, plataformas como Binance avanzan en desarrollos tecnológicos que podrían transformar la forma en que los colombianos realizan sus pagos cotidianos. Esta dualidad marca el presente y futuro inmediato del mercado cripto en el país.

El diagnóstico de Daniel Acosta, gerente de Binance para Colombia y el norte de América Latina, es claro: Colombia ha caído del puesto 15 al 36 en el ranking global de adopción de criptomonedas de Chain Analysis en los últimos dos años y medio. Un retroceso que contrasta con el avance regulatorio de países competidores.

«Por más de que se han hecho iniciativas como el Sandbox regulatorio (de la SuperFinanciera), nos hemos quedado en el limbo», afirmó Acosta. El ejecutivo es claro al señalar que el problema no es la falta de interés en regular, sino el enfoque con el que se ha abordado: «En Colombia se ha tratado de regular a la industria con miedo, con temor, enfocándose excesivamente en la prevención de lavado de activos», explicó.

Mientras Colombia se estanca, la región avanza. El Salvador estableció licencias específicas para proveedores de servicios de Bitcoin y activos digitales. Argentina y Brasil ya cuentan con marcos regulatorios definidos. Incluso Bolivia, que prohibía criptoactivos hace apenas dos años, ya permite operaciones oficiales en el mercado a través de su regulador.

El contraste más revelador está en Emiratos Árabes Unidos. Abu Dhabi implementó una regulación procrypto que generó el registro de aproximadamente 2.100 empresas del sector y creó más de 11.500 empleos, todo gracias a beneficios tributarios y un entorno favorable para la inversión extranjera. «Traen capital del extranjero con compañías y le dan beneficios tributarios a las personas que tienen cripto para que sigan invirtiendo. Eso nos falta en Colombia», señaló el directivo.

El proyecto de ley 510, que actualmente se debate en la Cámara de Representantes de Colombia y entrará próximamente en segundo debate, representa una luz de esperanza. Sin embargo, enfrenta obstáculos significativos, particularmente la posición del Banco de la República sobre el reconocimiento de activos digitales en el sistema financiero.

Acosta también critica la estrategia de asignar la regulación cripto a entidades ya sobrecargadas como la SuperFinanciera y SuperSociedades. «En El Salvador y Dubai crearon una división de regulación única y específica para el sector cripto», ejemplificó, sugiriendo que Colombia necesita reguladores especializados que comprendan profundamente la industria.

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La revolución de los pagos: cripto en la vida cotidiana

Mientras el panorama regulatorio se despeja lentamente, Binance no se queda de brazos cruzados. La plataforma está trabajando en una solución que podría cambiar radicalmente la forma en que los colombianos usan las criptomonedas: la integración con el sistema de pagos cotidianos en comercios.

«Algo que nos da la capacidad de empezar a crecer la usabilidad de las criptomonedas en la vida cotidiana son integraciones con los sistemas interoperables de QR a nivel local», explicó Acosta. El modelo ya está funcionando exitosamente en Brasil y Argentina.

En Brasil, Binance Pay se integró con PIX, el sistema de pagos instantáneos del país. El funcionamiento es simple, pero revolucionario: un usuario de Binance puede llegar a cualquier comercio con un código QR de PIX, pagar con cualquier criptomoneda que tenga en su billetera, y el comercio recibe automáticamente moneda local. «El comercio recibe moneda local, pero el que está pagando está pagando con cripto», detalló el ejecutivo.

Esta solución elimina una de las principales barreras de adopción: la complejidad técnica para comerciantes. «Que entienda una persona que trabaja en una caja de un restaurante qué es cripto es muy difícil porque es un tema técnico», reconoció Acosta.

Con esta integración, los comerciantes no necesitan conocimientos especializados; simplemente reciben pesos colombianos como en cualquier otra transacción.

Para Colombia, Binance está actualmente evaluando socios potenciales para implementar una solución similar que funcionaría dentro del sistema de pagos inmediatos del Banco de la República.

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«Todas las transacciones están compensando, liquidando en moneda local. Es una solución que viene con todos los controles de prevención de lavado», aseguró Acosta, anticipándose a las preocupaciones regulatorias.

Además de los pagos en comercios, la plataforma prepara otras «sorpresas» relacionadas con pagos que aún no puede revelar públicamente, pero que continúan la línea de hacer las criptomonedas más accesibles y útiles para el día a día.

Mercado cripto diverso esperando despegar

Las estadísticas de uso en Colombia revelan un ecosistema maduro y diversificado. Los usuarios utilizan Binance para ahorrar en dólares digitales, realizar arbitraje en el mercado P2P (entre personas), efectuar pagos internacionales y mantener inversiones a largo plazo. El segmento empresarial también crece, especialmente en pagos internacionales a través de blockchain.

América Latina mantiene su posición como la segunda región con mayor crecimiento en adopción cripto después de África, impulsada por la baja penetración de servicios financieros tradicionales. «América Latina sigue siendo una región sumamente importante para el sector cripto», afirmó Acosta.

El desafío para Colombia es claro: definir un marco regulatorio que no ahogue la innovación mientras permite que desarrollos como los pagos cripto en comercios se materialicen plenamente. La tecnología está lista, los usuarios también. Solo falta que la regulación acompañe el paso.