El presidente de Asopartes (Asociación Colombiana de Autopartes), Carlos Andrés Pineda, habló con Valora Analitik sobre el balance de la industria en 2025.
En un año marcado por un sólido crecimiento en ventas, pero también por la incertidumbre regulatoria, el dirigente gremial explicó cómo se comportaron los segmentos de vehículos, motocicletas y autopartes, y cuáles serán los retos que enfrentará el sector en 2026 con el auge de vehículos eléctricos.
¿Cómo cerró el 2025 para el sector de autopartes en Colombia en términos de ventas, importaciones y producción nacional?
El 2025 cierra con un balance positivo para el sector motriz —vehículos, motocicletas y autopartes—. La expectativa es superar las 250.000 unidades nuevas de vehículos comercializadas y registrar más de un millón de motocicletas nuevas vendidas.
A septiembre, las ventas de partes, piezas y accesorios crecían más del 13 % frente a las cifras de 2024, un desempeño que confirma la sólida dinámica del mercado.

¿Cuáles fueron los principales desafíos que enfrentó la industria este año?
Los principales desafíos para la industria provienen del ámbito gubernamental.
Desde enero de 2025 persiste la amenaza de imponer aranceles a la importación de repuestos, tanto para ensamblaje como para reposición de vehículos y motocicletas. Durante el año, los constantes cambios de posición por parte de las autoridades —Ministerio de Transporte, Ministerio de Comercio y Ministerio de Hacienda— han generado incertidumbre respecto a la política de reindustrialización y a los instrumentos de protección de la industria nacional.
El sector ha insistido en que las políticas aplicadas durante más de 50 años no lograron consolidar una industria automotriz robusta. Hoy, el ensamble de vehículos se concentra en dos marcas, mientras que la industria de motocicletas sí ofrece una oportunidad de crecimiento: genera empleo, impulsa el comercio, aumenta la base tributaria y abre posibilidades de exportación. Por eso, el llamado al Gobierno para 2026 es claro: se requieren reglas estables, técnicas y ajustadas a la realidad de los vehículos, las motocicletas, las bicicletas eléctricas y las patinetas que ya hacen parte del ecosistema de movilidad del país.

¿Cómo influyó la entrada y expansión de vehículos eléctricos e híbridos en la demanda de autopartes tradicionales durante este año?
La llegada de vehículos híbridos y eléctricos, así como la entrada de nuevas marcas asiáticas y americanas, todavía no ha impactado plenamente la posventa, ya que se trata de automotores recientes que apenas empiezan a demandar repuestos. Sin embargo, esta transformación obliga a importadores, distribuidores y comercializadores a prepararse para una nueva realidad tecnológica, que incluye la capacitación técnica, el fortalecimiento de servicios especializados y la anticipación a la futura demanda de partes y accesorios.
¿Qué segmentos del mercado de autopartes mostraron mejor comportamiento en 2025 y cuáles fueron los más afectados?
En cuanto al comportamiento del mercado, la demanda tradicional de repuestos para vehículos y motocicletas mostró un buen desempeño en 2025, con un crecimiento superior al 13 % a septiembre. Los segmentos de mejor resultado fueron los productos de desgaste y mantenimiento general: lubricantes, amortiguadores, frenos, suspensión y otros componentes sometidos a uso intensivo.
Esto se explica por la antigüedad del parque automotor colombiano, donde los vehículos tienen entre 15 y 20 años de uso, y las motocicletas entre 10 y 15 años, lo que incrementa la necesidad de mantenimiento preventivo y correctivo.

Por el contrario, las partes de motor muestran una menor demanda, tendencia que podría estar vinculada a la entrada masiva de motocicletas y a la evolución tecnológica de los vehículos. Actualmente, cerca de dos terceras partes del parque automotor nacional corresponde a motocicletas, mientras que solo una tercera parte son vehículos.
¿Cuál es la situación del contrabando de autopartes en 2025?
A este panorama se suma el contrabando técnico y abierto, la falsificación de autopartes y el hurto de vehículos, motocicletas y accesorios. Según la DIAN, el contrabando equivale aproximadamente al 10 % del valor Costo, Seguro y Flete (CIF) de las importaciones, lo que afecta gravemente la formalidad y a los empresarios que trabajan por el desarrollo del país.
Para enfrentar este fenómeno, se ha articulado una estrategia público-privada a través de los Centros de Excelencia junto con la DIAN y la Asociación del Sector Motriz. Para 2026 se espera fortalecer los programas de cooperación en los principales puertos y aeropuertos, además de avanzar en la capacitación y coordinación con las marcas nacionales e internacionales, la Policía Fiscal y Aduanera y demás entidades encargadas de combatir el contrabando de partes, piezas y accesorios.




