Colombia empieza a consolidarse como uno de los ecosistemas emprendedores más dinámicos de América Latina. Así lo asegura Camila Salamanca, directora ejecutiva de Endeavor Colombia, al destacar que el país ya figura en atracción de inversión de capital de riesgo después de México y Brasil
En entrevista exclusiva con Valora Analitik, Camila Salamanca analiza los factores que han impulsado este crecimiento, los desafíos regulatorios que frenan a los emprendedores y la necesidad de cerrar brechas de género para lograr un ecosistema más inclusivo y sostenible.
¿Cómo describiría el estado actual del ecosistema emprendedor en Colombia frente a otros países de la región?
Colombia ya está en un nivel avanzado. Si nos comparamos con Brasil o México, todavía tenemos camino por recorrer, pero lo cierto es que el país recibió más inversión de capital de riesgo el año pasado que Brasil, solo después de México. Hoy, México, Brasil y Colombia lideran el ecosistema en la región.
Esto se explica, entre otros factores, por los casos de éxito que han generado un efecto multiplicador. En el caso de Rappi, por ejemplo, se han creado cerca de 130 compañías fundadas por exempleados o impulsadas con inversión de sus fundadores, quienes además reinvierten, hacen mentorías y sirven como modelos de rol. Esto nos ha dado un ecosistema robusto y atractivo para nuevos inversionistas y emprendedores.
En un entorno de tasas de interés más bajas, ¿Qué tan atractivo es ser emprendedor en Colombia?
Las tasas de interés más bajas dinamizan el consumo, lo cual es positivo para empresas B2C. También facilitan el acceso a deuda a un costo más bajo, lo que permite a los emprendedores crecer con mayor solidez.
En general, un entorno económico más favorable estimula el crecimiento de las compañías y del país. Aunque habrá que seguir de cerca el contexto político, el ambiente económico es propicio para quienes deciden “lanzarse al agua”.
¿Qué cambios regulatorios son urgentes para impulsar los emprendimientos?
Uno de los temas más complejos hoy es el laboral. En sectores como restaurantes, los costos están creciendo fuertemente con las horas extra. Además, las nuevas generaciones buscan flexibilidad y no necesariamente el esquema de ocho horas fijas en una oficina. Es necesario ajustar el marco laboral para equilibrar esa realidad con la sostenibilidad de las compañías.
Otro reto es la estabilidad regulatoria e institucional. Para atraer inversión extranjera y dar confianza a los emprendedores, el país necesita reglas claras y menos incertidumbre normativa.
¿Qué papel tiene la diversidad y el liderazgo femenino en la transformación del ecosistema?
Es un tema fundamental, sobre todo en el mundo de la inversión. Cuando los equipos directivos de fondos no incluyen mujeres, se genera un sesgo inconsciente que reduce las probabilidades de invertir en compañías lideradas por ellas.
En Endeavor, por ejemplo, solo el 10 % del portafolio corresponde a empresas con liderazgo femenino. Para cerrar esa brecha, necesitamos más acceso a capital, participación en juntas directivas y visibilidad para que las mujeres sean escuchadas y tengan un rol decisivo en el crecimiento de las compañías.