Relevante | Colombia ya está en fila para negociar aranceles con EE. UU. y hay fecha estimada para iniciar diálogos

María Claudia Lacouture, presidenta de AmCham, aseguró que el impuesto a las remesas no tendría mayor impacto en Colombia.

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La relación comercial y política entre Colombia y Estados Unidos atraviesa un momento complejo, por cuenta de varios temas que han generado preocupación entre diversos sectores: aranceles, impuesto a remesas y descertificación están en el radar de la agenda bilateral.

Sobre estos temas se refirió María Claudia Lacouture, presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham), en diálogo con Valora Analitik durante el 15° Congreso de Asomicrofinanzas.

¿Qué impacto tiene el impuesto del 1 % a las remesas desde Estados Unidos hacia Colombia?

El impuesto que hoy en día se tiene desde el punto de vista de Estados Unidos del 1 % sobre las remesas tiene un impacto, pero no es un impacto relevante para la remesa que recibe Colombia.

Colombia hoy en día está recibiendo más de US$6.000 millones en remesas; el 53 % del total de las remesas que recibe el país y el 1,48 % del PIB nacional. Estas cifras son relevantes para el bienestar de los colombianos a nivel nacional.

Sin embargo, tenemos en Estados Unidos más de 1,6 millones de colombianos formalmente establecidos, donde 500.000 son naturalizados. Si se considera que el 30 % de las remesas se hace de forma informal, el impacto que tendría dentro del total es mínimo.

Hablemos del estado actual de los aranceles y la competencia que se podría dar entre países, ¿cuál es su lectura?

Hoy, Colombia tiene el arancel “cero” nuevo, que es el 10 %, y presenta las mismas ventajas que tenía antes de la imposición de este arancel. La problemática puede suceder cuando un país que sea competencia de Colombia haga una negociación en sectores que son prioritarios para nuestro país en Estados Unidos, y sea una negociación mejor de la que tiene hoy en día Colombia.

Por ejemplo, si Ecuador, que tiene un arancel del 6,8 % adicional al 10 %, logra una negociación con Estados Unidos para disminuirlo estaría entrando con una mejor posibilidad que Colombia y tendríamos una desventaja.

Parte del ejercicio y de las acciones que hemos venido trabajando mancomunadamente con la Embajada de Colombia en Estados Unidos es cómo hacer el proceso de negociación de una forma rápida.

¿Cuándo podría comenzar esa negociación?

Se radicó el 16 de julio y ya había bastantes países en el proceso de negociación. Viendo la probabilidad de los avances y los tiempos que se han tomado, no creemos que se pueda empezar antes de tres semanas.

Maria Claudia Lacouture habla de la reforma laboral en Colombia
Maria Claudia Lacouture también es presidenta de Aliadas. Foto: @mclacouture

¿Puede haber una reubicación de empresas en medio de esta guerra arancelaria?

Eso siempre se ha dado. Hace parte de una relocalización, donde se pueden atraer productos de otros países para ser procesados en Colombia y luego exportarlos a Estados Unidos, aprovechando la ventaja de que Colombia sigue siendo uno de los países con aranceles más bajos para entrar. Definitivamente, eso es una variable que le da competitividad a Colombia.

Pero también hay que mirarlo desde el otro punto de vista, y es la entrada de productos de menor valor al mercado colombiano que compiten con la producción nacional. Dentro del mercado local, se genera una confrontación que puede llevar a que empresas colombianas enfrenten problemas.

Una eventual desertificación, ¿qué impacto podría tener?

Lo más leve puede ser que se declare que Colombia está descertificada sin ninguna sanción, pero eso tiene implicaciones de percepción y puede afectar la calificación de riesgo a nivel internacional.

También puede incidir en las posibilidades de acceso a crédito en los organismos multilaterales. Por otro lado, puede llevar a sanciones más altas, como el aumento de aranceles, reducción de cooperación en todos los ámbitos, e incluso a un bloqueo por parte de Estados Unidos en temas de relacionamiento.

Y en cuanto a la reducción de las ayudas aprobadas por el Congreso, ¿cómo lo ven ustedes?

Es preocupante porque es una señal política. No se trata solo de un recorte presupuestal, sino de una señal de que hay inquietud con la relación binacional. La relación bipartidista ha sido muy importante para Colombia, y en este momento hay señales de que esa relación se puede debilitar.

Esto debería impulsar al gobierno colombiano a tomar decisiones contundentes, diplomáticas y rápidas para avanzar en ese relacionamiento que ha traído muchos beneficios para el país. No se trata solo de exportaciones o cooperación: hoy en día, solo con las exportaciones a Estados Unidos, hay una dependencia de más de 4 millones de empleos que están dando ingresos sostenibles a los colombianos.