El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó este viernes un nuevo acuerdo para Colombia por unos US$9.800 millones en el marco de la Línea de Crédito Flexible (LCF).
Así las cosas, la entidad canceló el anterior acuerdo con el país y firmó este nuevo por dos años. Lea más en Noticias Macroeconómicas.
En tanto, dijo el FMI, las autoridades colombianas manifestaron su intención de tratar este nuevo arreglo con la entidad multilateral como “de precaución”.
La LCF se estableció el 24 de marzo de 2009, como parte de una importante reforma del marco crediticio del FMI.
Esta “les permite a sus destinatarios utilizar la línea de crédito en cualquier momento y está diseñada para abordar de manera flexible las necesidades reales y potenciales de la balanza de pagos e impulsar la confianza del mercado”, explicó el fondo.
Y anotó: “Este gran acceso inicial sin condicionalidad (…) se justifica por los muy sólidos fundamentos de política y los marcos institucionales de política y el historial sostenido de los países que califican para la LCF”.
Colombia mantiene el acceso a la LCF desde 2009 y este es el noveno acuerdo del país en el marco de la misma.
Perspectivas de Colombia
De acuerdo con la subdirectora gerente y presidenta interina del Directorio Ejecutivo, Antoinette Sayeh: “Colombia cuenta con fundamentos económicos muy sólidos y marcos de política anclados en un régimen de metas de inflación creíble, una sólida regla fiscal a mediano plazo, un tipo de cambio flexible y una eficaz supervisión y regulación del sector financiero”.
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Además, destacó que las autoridades están comprometidas a mantener políticas macroeconómicas sólidas, al tiempo que existe un amplio consenso sobre la necesidad de preservar la solidez de los marcos de política económica.
De otro lado, señaló que, en el marco de la recuperación, se han tomado medidas para normalizar las políticas desde una situación de crisis y gestionar el aumento de los precios, fortaleciendo al mismo tiempo las finanzas públicas y reduciendo los desequilibrios externos.
En tanto, sobre reservas internacionales Sayeh dijo que siguen siendo adecuadas y están orientadas “a fomentar el crecimiento inclusivo y sostenible y mejorar la competitividad externa”.
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A pesar de lo anterior, fue clara en decir que Colombia mantiene riesgos elevados, aunque su naturaleza ha cambiado.
Entre estos se incluyen la mayor incertidumbre relacionada con la guerra en Ucrania y las presiones inflacionarias, lo cual presiona la economía nacional, que es vulnerable a choques externos.
De allí que “el nuevo acuerdo afianzará la confianza de los mercados y proporcionará una salvaguarda adicional contra riesgos externos”, concluyo la directiva.
