La última revisión de parámetros de la Regla Fiscal arroja una senda de déficit fiscal más permisiva, lo que redujo la urgencia de una reforma tributaria este año, pero los nuevos supuestos del Gobierno evidencian que se requerirán nuevos ajustes a partir de 2020, mencionó el economista jefe de Corficolombiana, Andrés Pardo.
“No es claro que el recorte permanente de gasto primario que estima el Gobierno en 2018 sea sostenible debido a los costos de mantener varios programas sociales y los de implementación de los acuerdos de paz, que no existían en la década pasada”, explicó.
Añadió que tampoco existían en ese lapso el posconflicto y presiones fiscales por el tema de pensiones y salud.
De acuerdo con la corporación financiera, los acuerdos de paz y el posconflicto podrían costar 1,5 % del Producto Interno Bruto (PIB) por año en un lapso de 15 años, incluyendo los programas que se venían implementando (Ley de Víctimas). Entonces, los costos adicionales por sufragar ascenderían a entre 0,4 % y 0,5 % del PIB por año.
Igualmente, señaló que el espacio para hacer otro tipo de recortes de gastos se ha reducido en los últimos años a su menor nivel en décadas. Ahora, es de 14,5 %, y este año podría ser inferior a 13 %.
“La flexibilidad para recortar el gasto público en el país es de las más bajas de América Latina”, comentó Pardo.
También cree que el Gobierno está siendo excepcionalmente optimista sobre el comportamiento de sus ingresos petroleros en los próximos 10 años.
“Las nuevas proyecciones de producción de petróleo y precio Brent son menores que las del Marco Fiscal de 2017. Bajo estos escenarios, es difícil asumir que dividendos de Ecopetrol podrían superar 0,4 % del PIB anual durante el periodo mencionado.
Las nuevas proyecciones del Gobierno de ingresos por recursos de capital (excedentes y rendimientos financieros) distintos a los de Ecopetrol aumentaron en más de 0,6 % del PIB por año, “lo cual luce excesivamente optimista en medio de una expectativa de menor crecimiento económico de lago plazo”.
De esta manera y con base en la nueva información que se publicó en el Marco Fiscal de Mediano Plazo de 2018, Corficolombiana estima que el cumplimiento de la Regla Fiscal comenzará a complicarse seriamente a partir de 2020.
Adicionalmente, el recaudo tributario en Colombia es bajo en relación con su nivel de ingresos y a los requerimientos de gasto social.
“La reforma tributaria elevó el nivel de recaudo, pero moderadamente”, expresó. El 15 % del PIB corresponde a recaudo tributario: “estamos en un rango relativamente bajo”.
El impuesto del IVA en Colombia (incluyendo el impuesto al consumo) tiene muchas exenciones y la evasión es alta, lo que hace que el nivel de recaudo sea bajo.
El impacto fiscal por la existencia de tratamientos diferenciales en el IVA frente a la tarifa general asciende actualmente a 65,6 billones de pesos (7,2 % del PIB anual).
“La lista de bienes exentos o excluido de IVA es tan extensa que los hogares de ingresos altos son los que más se benefician”, puntualizó.
El 20 % de la población con mayores ingresos recibe la mitad (50,9 %) de los beneficios por exención y exclusiones de IVA, el decil de mayor ingreso recibe 33,8 % de los beneficios y el de menor ingreso recibe apenas 2,3 %.
El decil de mayor ingreso se ahorra 14,6 veces más de lo que se ahorra el de menor ingreso, siendo que el gasto medio del primero es 5,8 veces más que el segundo.
Así mismo, muy pocas personas naturales pagan impuesto sobre la renta en Colombia.
Por último, comentó que urge una reforma al sistema de pensiones público, porque está generando presiones fiscales insostenibles.