Las relaciones diplomáticas entre Colombia y Estados Unidos (EE. UU.) atraviesan un momento importante de tensiones en el que, si bien se han realizado advertencias con algunas acciones, no se ha llegado al nivel más crítico que pueda impactar aspectos importantes como el comercio.
Precisamente, esa es una de las mayores preocupaciones del empresariado colombiano, y es que hoy Estados Unidos es el principal socio comercial del país ocupando el primer lugar tanto en el destino de lo que se vende, como en lo que se compra del exterior.
En 2024, Colombia vendió a ese país US$14.336 millones, lo que representó el 28,9 % de todo que se comercializó en el exterior. Asimismo, la Nación dirigida por Donald Trump, fue el origen del 25,7 % de lo que compro el país el año pasado, más de US$16.000 millones, según los datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).
Para Javier Díaz, el presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex) en esta coyuntura no solo se pondrían en juego esos ingresos del país, “sino también la generación de empleo que generan las distintas industrias del país, para responder a la demanda estadounidense”.
Por esta razón, invitó a la prudencia, “no se puede hacer diplomacia por redes sociales, hay que utilizar los canales diplomáticos para solucionar las diferencias que uno pueda tener con un país amigo”.
Por su parte, María Claudia Lacouture, presidente de la Cámara de Comercio Colombo-Americana (Amcham Colombia) dijo que en este momento estamos en una situación delicada, “pero que aún no hay una ruptura total, es más un llamado del Departamento de Estados”.
“Entonces pensaríamos que no se va a llegar un tema de represalia comercial, por ahora, aunque no se puede asegurar nada”, agregó.
Colombia y Estados Unidos comparten desde 2012 un Tratado de Libre Comercio (TLC) que ha beneficiado el intercambio de mercancías. Son más de 11.497 productos que no cuentan con arancel y 3.000 empresas colombianas exportando.
Pero este la relevancia de las relaciones se extiende más allá del ámbito comercial. Actualmente, el 42 % de la inversión extranjera que llega a Colombia proviene de EE. UU., así como el 53 % de las remesas.
Sobre este punto, la presidente de Amcham dio un parte más optimista pues aseguró que si bien el 53 % de remesas que recibe Colombia son de EE. UU., el impuesto estadounidense del 1 % es a todas las remesas a nivel mundial que salen de Estados Unidos, no solo para Colombia.
“Es decir, es una medida para el mundo y hay que resaltar que quienes hagan envíos de remesas a Estados Unidos a Colombia y son ciudadanos nacidos en EE. UU. o adquiriendo la nacionalidad no pagarán ese impuesto. En ese sentido, el impacto que hemos visto, en un primer análisis, es que puede ser sobre un 20 % de las remesas totales que recibimos, pero no del total de lo que estamos recibiendo”, aclaró.
¿Qué va a pasar con los aranceles recíprocos que se venían negociando?
En medio de este debate entre Bogotá y Washington, otra de las preocupaciones está puesta en qué pasará con las negociaciones que se vienen adelantando entre ambos gobiernos respecto a los aranceles recíprocos -establecido por el Gobierno Trump en el marco de su política ‘América Primero’, que establecen un gravamen de 10 % para los productos colombianos que llegan a ese país.
Productos como el café -que es el 9,2 % del total de lo que se exporta a Estados Unidos-, las flores (7,7 %) y los bananos (1,2 %) son algunos de los productos de la canasta del agro que se verían más afectados de no avanzar con los diálogos.
El Ministerio de Comercio aún no ha emitido una comunicación oficial sobre el tema, pero en días recientes, la ministra Diana Morales, aseguró que junto con la embajada colombiana en EE. UU., se venía coordinando un segundo encuentro en Washington para discutir el tema, en aproximadamente un mes.
En consecuencia, los gremios han manifestado su preocupación sobre rumbo que podrían tomar esas conversaciones con las nuevas tensiones.
“Esta crisis diplomática llega en un momento muy complicado, porque se le suma que el Gobierno de Colombia aún no ha puesto sobre la mesa la propuesta para negociar los aranceles con Estados Unidos; nos pone más lejos en esa fila de países que negocia con ellos”, aseguró Díaz de Analdex.
Es importante recordar que el 9 de julio vence el plazo fijado por Trump para llegar a acuerdos en dichas negociaciones con todos los países que mantiene conversaciones. El mandatario ha dicho que va a enviar cartas a los 200 países, contándoles en qué queda su condición para entrar a Estados Unidos.
“Así mismo, nos acercamos también a octubre, mes en el que nos van a contar si nos eliminan o no la certificación de lucha contra las drogas, que podría ser otro golpe fuerte para nosotros”, agregó el dirigente gremial.
Los avances de las negociaciones, tanto comerciales, como diplomáticas, juegan, además, con una dificultad adicional y es la falta de continuidad en los procesos, pues la reciente ministra de comercio llegó apenas el 10 de mayo, y esta semana se anunció la renuncia de Laura Sarabia a la Cancillería.
“Es desafortunado que Laura Sarabia haya salido de la Cancillería, a pesar de las diferencias se había logrado avanzar en diferentes ámbitos. Es complejo volver a comenzar. Se espera un canciller que conozca el tema de la diplomacia para bajarle a las tensiones”, expuso Amcham.