Todo está listo para el inicio del cónclave que elegirá al sucesor del papa Francisco, fallecido el pasado 21 de abril. Desde este martes 6 de mayo, los cardenales se han instalado en la residencia de Santa Marta y en otras dependencias del Vaticano, donde permanecerán aislados para participar en la ceremonia que dará lugar a la elección del nuevo sumo pontÃfice.
La atención mundial está centrada en el Vaticano. Existe gran expectativa sobre el perfil que deberá tener el nuevo papa, especialmente considerando el legado que dejó Francisco, caracterizado por su cercanÃa con el pueblo y su impulso a reformas que generaron tanto apoyo como crÃticas. Su pontificado marcó una etapa significativa en la historia reciente de la Iglesia católica, y su sucesor tendrá el reto de continuar, modificar o redefinir ese camino.
El cónclave dará inicio oficialmente el miércoles 7 de mayo. A partir de ese momento, los cardenales estarán incomunicados dentro del Vaticano: no tendrán acceso a teléfonos móviles ni a internet. Esta medida busca garantizar un ambiente libre de presiones externas y asegurar la confidencialidad del proceso. La ceremonia se desarrollará en completo aislamiento, en cumplimiento de las normas eclesiásticas establecidas para estos casos.
Además del aislamiento, los cardenales están obligados a mantener en secreto todo lo relacionado con el proceso de elección. Esta disposición forma parte de las normativas del derecho canónico que rigen la elección del pontÃfice, y su incumplimiento puede acarrear sanciones graves.
Finalizado el proceso de votación, la atención se dirigirá a la Plaza de San Pedro, donde miles de fieles se congregarán a la espera de la señal proveniente de la chimenea instalada en el tejado de la Capilla Sixtina.
Como es tradición, la fumata negra indicará que no se ha alcanzado un consenso, mientras que la fumata blanca anunciará que ha sido elegido el nuevo papa, el número 267 en la historia de la Iglesia católica.
Asà se fabrica el humo que anuncia la llegada del nuevo papa
Muchos feligreses, además de seguir el desarrollo del cónclave, se preguntan cómo se genera el humo que comunica al mundo el resultado de la votación. Massimiliano De Sanctis, experto en pirotecnia citado por CNN, explicó los detalles técnicos de este procedimiento simbólico.
Según De Sanctis, el humo blanco se produce utilizando un cartucho pirotécnico que contiene lactosa, mientras que el humo negro se obtiene mediante la combustión de naftalina. Al concluir cada ronda de votación, se introduce en la estufa un cartucho con seis granadas de humo, cada una con una duración aproximada de dos minutos, junto con las papeletas utilizadas en la votación.
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De Sanctis también señaló que, hasta la elección de Benedicto XVI, el humo se generaba de manera tradicional. Para el negro se quemaban únicamente las papeletas, y para el blanco se combinaban las papeletas con paja húmeda.
Sin embargo, esta práctica fue reemplazada debido a que el humo no siempre resultaba lo suficientemente visible. Por esa razón, el Vaticano encargó el diseño de una unidad de control eléctrico que regula la emisión del humo pirotécnico, asegurando su intensidad y claridad, señaló el experto.