La comisionista Casa de Bolsa señaló que la democratización del 16 % de acciones de Grupo Energía de Bogotá (GEB), equivalente a un monto cercano a los 3 billones de pesos, podría generar mayor liquidez a la especie, aunque esto depende de cuáles participantes del mercado queden con este porcentaje y si estos cuentan dentro del flotante.
“En medio de lo anterior, la acción tendría un mayor protagonismo tanto en el mercado accionario local como internacional, a través de su posible inclusión en índices extranjeros”, precisó.
El precio objetivo de la comisionista es de 2.385 pesos por acción y tiene una recomendación de sobreponderar.
Añadió que actualmente la compañía sobresale como una de las compañías listadas en Bolsa de mayor capitalización bursátil en el sector de utilities en América Latina.
El análisis del comportamiento del precio de la acción muestra una tendencia histórica creciente en el largo plazo, con una valorización cercana al 79 % desde el cierre de 2012, en línea con buenos resultados financieros y los proyectos de expansión en la región.
En cuanto a márgenes, Casa de Bolsa dijo que GEB sobresale en la región por tener un margen Ebitda (flujo de caja operativo) y neto atractivo, por encima de la mediana de la muestra analizada.
Respecto al nivel de rentabilidad, los ROA y ROE de GEB se ubican sobre la mediana de sus comparables.
Respecto a su valor relativo, mencionó que la compañía presenta un nivel relativamente mayor al de sus pares al medirse en términos de EV/ Ebitda como de P/E.
Al analizar la política de dividendos del grupo, señaló un aumento gradual en el pago del mismo, exceptuando el elevado valor en el 2014, el cual se debió a recursos liberados de reservas, enfocados en la financiación de la primera línea del metro de Bogotá, reflejando el 76,3 % de participación que tiene el Distrito en la compañía, la cual se reducirá al 60,3 % con la democratización.
“Exceptuando este dato atípico, el dividendo muestra una tasa de crecimiento anual compuesta del 17,4 % entre 2013 y 2018. Al cierre del 2017, la distribución de utilidades de 115 pesos por acción, equivale a un poco más de 1 billón de pesos en manos de los accionistas”, comentó.
Respecto al dividend yield, indicó que se ha caracterizado por ser el mayor entre las compañías dentro del índice Colcap y uno de los mayores en la BVC. Por su parte, el Payout Ratio, aunque se ha mostrado variable en los últimos años, muestra una mediana cercana al 70 % entre el 2010 y 2017.
Respecto a la desinversión de activos no estratégicos, el mercado está atento a la enajenación de la participación de GEB en Promigas (15,6 %) cercano a los 1,3 billones de pesos, junto a un 1,67 % de ISA, equivalente a 262 mil millones de pesos y un monto de 4 mil millones de pesos del Banco Popular (0,11 %).
Lo anterior representaría un total de 1,6 billones de pesos, que podría recibir la compañía, la cual aún no se ha pronunciado sobre el uso que tendrían estos recursos.
En relación con la OPA sobre Gas Natural, donde GEB tiene una participación del 25 %, “la información conocida hasta el momento es que GEB no estaría interesado en participar en la venta ni en el aumento su participación”, dijo.
Finalmente, enumeró los principales riesgos para la compañía, destacando el regulatorio.
“Respecto al transporte de gas, se relaciona con la nueva metodología de la Creg sobre el WACC al cual se remunera el volumen y la capacidad transportada y repercutiría en los cargos fijos y variables, lo cual podría afectar los ingresos de TGI”, puntualizó.
Se espera que la metodología será aprobada próximamente (estaba previsto para el 1T18) y se dé a conocer la metodología de la nueva tarifa que regirá desde el 2019, cuyo plazo de cinco años inicia desde el momento en que la Creg apruebe la tarifa y la cual estima que no afecte la valoración de los activos.
También afirmó que otros riesgos incluyen aspectos como posibles presiones al deterioro de las métricas de crédito, los cuales pueden darse en la medida en que GEB plantee una estrategia más ambiciosa en sus planes de crecimiento a largo plazo, se requiera un mayor Capex en el negocio de transmisión de energía, una mayor demanda de dividendos por parte del Distrito o un uso de recursos, tras las desinversiones mencionadas, enfocados netamente en el pago de un dividendo extraordinario. Sumado a factores climáticos que generen reducción en los despachos de las plantas termoeléctricas, como consecuencia del Fenómeno de El Niño.