Con la llegada del cierre de año, el calendario se llena de vacaciones, encuentros familiares y celebraciones que invitan a hacer una pausa en la rutina. Para miles de personas que residen en Bogotá, este periodo también despierta el interés por salir de la ciudad y cambiar de ambiente, aunque sin asumir desplazamientos extensos ni gastos que desborden el presupuesto. En ese escenario, los municipios cercanos a la capital adquieren un protagonismo especial, al ofrecer alternativas de descanso accesibles y fáciles de planear.
Si bien durante esta temporada los destinos turísticos más tradicionales concentran gran parte de la atención, lo cierto es que en el entorno inmediato de Bogotá existen opciones menos concurridas que permiten disfrutar de experiencias completas en lapsos cortos de tiempo. Estas alternativas resultan atractivas para quienes buscan tranquilidad, clima más cálido y planes diferentes a los habituales, sin la necesidad de invertir grandes sumas de dinero.
Uno de los municipios que ha ganado reconocimiento bajo este enfoque es San Antonio del Tequendama, ubicado en el departamento de Cundinamarca. Su cercanía con la capital lo convierte en una opción práctica tanto para quienes desean realizar un pasadía como para aquellos que prefieren una escapada de fin de semana. Desde el sur de Bogotá, el trayecto puede tomar alrededor de una hora y media, pasando por el municipio de Soacha, lo que facilita el desplazamiento y evita recorridos prolongados.

¿Con cuánto puede ir una persona a San Antonio del Tequendama?
En términos de transporte, San Antonio del Tequendama se presenta como una alternativa especialmente atractiva para quienes priorizan la economía. Los buses intermunicipales conectan de manera constante con Bogotá y representan la opción más conveniente para la mayoría de los viajeros. El costo del pasaje, ida y regreso, suele oscilar entre los $22.000 y los $24.000, dependiendo de la temporada y del punto de salida. Este valor permite que estudiantes, familias y grupos de amigos puedan planear una salida sin comprometer de forma significativa sus finanzas.
Una vez en el municipio, los visitantes encuentran una oferta gastronómica amplia y acorde con distintos presupuestos. Restaurantes y establecimientos locales ofrecen desde platos típicos de la región hasta menús corrientes, con precios que inician alrededor de los $15.000. Esta variedad permite disfrutar de una comida completa y bien servida sin incurrir en gastos elevados. Además, el clima cálido del sector representa un cambio notorio frente a las bajas temperaturas de Bogotá, lo que contribuye a crear un ambiente propicio para el descanso y la desconexión.
El componente recreativo también juega un papel importante en la experiencia. San Antonio del Tequendama cuenta con centros recreativos y espacios diseñados para el esparcimiento, muchos de los cuales ofrecen la modalidad de pasadía. Estas alternativas incluyen acceso a piscinas y zonas de descanso por valores cercanos a los $10.000, lo que las convierte en planes viables para compartir en familia o con amigos. Durante temporadas de alta afluencia, como diciembre, estas opciones suelen ser una solución práctica para quienes buscan disfrutar del agua y el sol sin alejarse demasiado de la ciudad.
Al realizar un balance general de los costos, es posible organizar un plan que incluya transporte, alimentación y acceso a espacios recreativos con un presupuesto aproximado de $50.000 por persona. Esta cifra evidencia que no siempre es necesario recorrer largas distancias ni asumir gastos elevados para disfrutar de un descanso adecuado.




