El Banco Central Europeo (BCE) subió este jueves su tasa de interés en 50 puntos básicos, en línea con lo que esperaban los analistas, a pesar de los nervios de desatar una tormenta en el sistema bancario por los recientes acontecimientos, entre otros, con el banco Credit Suisse.
Con esta decisión, el tipo de interés para la facilidad de los depósitos se incrementó al 3 % desde el 2,50 %; mientras la tasa para las principales operaciones financieras subió al 3,50 % desde el 3 %.
Por otro lado, la tasa de facilidad de crédito, con la que presta dinero a los bancos, se incrementó hasta el 3,75 %, informó el Banco Central Europeo.
La entidad explicó que esta decisión de tasas de interés se tomó “en línea con su determinación de asegurar el retorno oportuno de la inflación al objetivo a medio plazo del 2 %”.
Afirmaron que el fuerte nivel de incertidumbre “refuerza la importancia de un enfoque dependiente de los datos para las decisiones sobre tipos de interés oficiales del Consejo de Gobierno”, con lo cual enfatizan en que estarán pendientes de cada uno de los distintos elementos a la hora de tomar una decisión de política monetaria.
Al mismo tiempo, esto refuerza la idea de que es posible que la entidad continúe con las alzas de tasas, aunque puede que en un nivel más apaciguado.
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“Todavía tienen que verse más señales de que las condiciones del mercado crediticio y laboral se están volviendo restrictivas para que el BCE reduzca nuevamente su ritmo de aumentos”, apuntó un informe de Natixis Investment Managers.
“Los recientes acontecimientos en el sector bancario estadounidense no parecen hacer que el BCE se desvíe de su trayectoria, ya que los bancos europeos tienen sólidos ratios prudenciales, lo que limita el riesgo de contagio”, agregó el documento firmado por Mabrouk Chetouane, jefe de Estrategia Global de Mercado y Nicolas Malagardis, estratega de mercado.
Aunque la gran mayoría de los analistas estaban seguros de que el BCE iba a aumentar sus tasas en esta decisión, los recientes acontecimientos del mercado suponían que podía llegar una desaceleración o un freno de lleno por parte de las autoridades.
Entre los acontecimientos se encuentra la quiebra de Silicon Valley Bank y Signature Bank, así como el rally de caídas en la bolsa de la entidad Credit Suisse.
No obstante, el BCE se pronunció sobre este caso y, si bien dijo que sigue de cerca las tensiones actuales, precisó que “está preparado para responder según sea necesario para preservar la estabilidad de precios y la estabilidad financiera en la zona del euro”.
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Agregó también que el sistema bancario europeo es “resistente” y que cuenta con fuertes posiciones de capital y liquidez.
“Las preocupaciones sobre la estabilidad de precios claramente superan cualquier preocupación sobre la estabilidad financiera, al menos por el momento”, comentó Carsten Brzeski, economista global de macroeconomía de ING Research.
Brzeski agregó que los acontecimientos de los últimos días “han sido un buen recordatorio para el BCE de que los próximos pasos en la lucha contra la inflación serán mucho más difíciles que los que se han dado hasta ahora”.
“Pero ahora que las tasas de interés están en territorio restrictivo, cada aumento adicional de tasas aumenta el riesgo de romper algo. Como resultado, esperamos que el BCE se vuelva más moderado hoy y en las próximas semanas”, agregó el analista.
Nuevas proyecciones de crecimiento e inflación para la eurozona
En la decisión de este jueves, el Banco Central Europeo también entregó nuevas proyecciones sobre la inflación y el crecimiento, para las cuales precisaron su conclusión antes de los nuevos acontecimientos del mercado bursátil.
Así las cosas, en líneas generales, la inflación ya se había revisado a la baja, debido a una mayor contribución de menores precios de la energía.
El BCE ahora prevé una inflación media del 5,3 % en 2023, del 2,9 % en 2024 y del 2,1 % en 2025.
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Al mismo tiempo, la inflación subyacente, excluyendo la energía y los alimentos, se espera con un promedio de 4,6 % en 2023, por encima de lo previsto en las proyecciones de diciembre.
Posteriormente, se proyecta que baje a 2,5 % en 2024 y 2,2 % en 2025.
En cuanto al crecimiento, se prevé que para el 2023 sea del 1 %, como resultado tanto de la caída en los precios de la energía como de la mayor resiliencia de la economía ante el desafiante entorno internacional.
Para los siguientes dos años, el BCE espera que el PIB crezca al 1,6 %, respaldado por un mercado laboral sólido, una mejora de la confianza y una recuperación de los ingresos reales.